La imposibilidad de concebir y convertirse en padres puede afectar tanto la relación de pareja como la salud mental, principalmente en la mujer, quien puede experimentar ansiedad, estrés e incluso llegar a desarrollar depresión.
Así lo señaló la psicóloga del Issstep, Mary Carmen Pacheco Pérez, y agregó que, lamentablemente, muchas parejas terminan separándose o divorciándose al no poder tener hijos.
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En entrevista con Multimedios Puebla, explicó que la mujer es quien suele verse más afectada emocionalmente, ya que, socialmente, se le ha inculcado el rol de madre desde la infancia, con juegos como las muñecas y la idea de la maternidad como parte natural de su vida.
“A la pareja le afecta mucho, pero sobre todo a la mujer, porque, se le ha inculcado ese rol: ser madre. Desde pequeñas jugamos con muñecas y tenemos ese instinto natural, por lo que, cuando no se puede concebir, el impacto es mayor”, destacó.
Explicó que, cuando una mujer no logra embarazarse, puede experimentar incertidumbre, estrés cíclico por la imposibilidad de concebir. Esto puede derivar en angustia, tristeza y ansiedad, llegando a complicarse hasta desarrollar depresión.
Ante la falta de apoyo psicológico, es común que los matrimonios enfrenten conflictos que pueden llevar a la separación, ya que muchas mujeres se culpan a sí mismas por no poder tener hijos o a su pareja, generando tensiones irreparables.
Pacheco Pérez recomendó a las parejas que atraviesan esta situación acudir a un profesional de la psicología, pero de manera individual, y luego en pareja.
"Primero, cada uno, por su parte, para comprender la situación desde su perspectiva, su dinámica y, con ello, buscar la mejor solución", indicó, insistiendo en que ni mujeres ni hombres deben culparse mutuamente.
“Es importante entender que todas las personas tenemos imperfecciones, ya sean físicas o de salud; y que forman parte de la vida y de la naturaleza. Es necesario expresar la tristeza, desahogarse, hablar con la pareja y procesar juntos la situación”, dijo.
Añadió que las parejas deben trabajar en su relación y no asumir que solo al tener hijos alcanzarán la felicidad. En caso de desear ser padres, existen alternativas como la adopción, siempre y cuando ambos estén de acuerdo.
“El apoyo psicológico es fundamental. Hay personas con mayor resiliencia que otras, lo que las hace estar más preparadas emocionalmente. Es importante acudir con un psicólogo y hablar abiertamente de nuestros sentimientos, miedos y preocupaciones para disminuirlos. A veces, nuestra mente se llena de pensamientos negativos cuando no los ordenamos o expresamos”, puntualizó.
También explicó que la imposibilidad de ser madre puede generar cambios de humor en la mujer debido a factores hormonales, lo que puede afectar su bienestar y el de su entorno.
“Las hormonas nos juegan una guerra tediosa. Debemos conocernos bien para que, en esos momentos hormonales, no afectemos a los demás y podamos controlarnos. Muchas veces, la expectativa de ser madre es muy alta, y cuando nos dan la noticia de que no podemos concebir, es como un balde de agua fría. Por eso, es fundamental aprender a manejar la situación de la mejor manera”, concluyó.
CHM