El Papa Francisco, el primer Pontífice latinoamericano, el primero en llamarse Francisco y el primer jesuita con su discurso pastoral y reformista, con un estilo basado en la humildad y la apertura, ha logrado una amplia legitimidad a nivel mundial aunque al interior de la estructura de la Iglesia católica enfrenta a enemigos que se resisten a un cambio, acostumbrados a permitir que el Pontífice reine, pero no gobierne.
En los casi 3 años de su pontificado inició una reforma a la curia vaticana y ha escrito dos encíclicas: Lumen fidei (2013) y Laudato si’ (2015).
Ha impulsado a 39 cardenales, entre ellos al mexicano Alberto Suárez Inda, arzobispo de Morelia durante el consistorio celebrado en febrero de 2015. Ha canonizado a más de 800 personas, entre las que destacan los pontífices Juan XXIII y Juan Pablo II. El 12 de mayo de 2013 canonizó a la mexicana María Guadalupe García Zavala y anunció la canonización del niño mártir cristero, José Luis Sánchez del Río.
Su pontificado ha estado marcado por iniciativas para imprimir su sello pastoral, servir a los más necesitados y para lograrlo ha iniciado una serie de reformas en la curia vaticana, como son la reestructuración del Instituto para las Obras de Religión (IOR) conocido como el banco del Vaticano; la creación de la Secretaría de Economía con el fin de combatir la corrupción y purificar los asuntos financieros; además de los cambios al Código penal con el fin de adecuar la legislación del Vaticano a la internacional, al lavado del dinero y al terrorismo.