El día que las estrellas dejaron de brillar es una obra de teatro que aborda el tema de la violencia en México e invita al público “a cuestionar esta cruel realidad que supera la ficción y su impacto en la memoria colectiva”, dice su autora, la dramaturga Mariana Reskala.
El montaje, inspirado en las desapariciones forzadas, ofrecerá temporada en el Teatro El Granero, en el Centro Cultural del Bosque, del 10 de abril al 4 de mayo.
“Escribí la obra hace siete años cuando vivía en Xalapa, en donde estudié teatro en la Universidad Veracruzana”, dice la productora.
“Sentí la necesidad de hacer esta obra, cuando la ola de desapariciones forzadas y de asesinatos se incrementaban cada día. Lamentablemente no ha perdido vigencia, la situación no cambia y lo vemos con lo sucedido en el Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, donde colectivos de buscadores encontraron pilas de ropa, pares de zapatos, mochilas y una carta de despedida”.
La autora relata que era muy jovencita cuando vivió en medio de un duelo permanente al lado de muchos chicos de su edad: “Nos vinculábamos entre nosotros porque no había alguien que no hubiera perdido a un ser querido. Tomábamos medidas de seguridad y a partir de un contexto de violencia muy particular forjamos enormes amistades”. Y cuestiona que cada vez la sociedad mexicana viva situaciones peores.

La fuerza viene desde dentro
En este contexto explica que en la obra siempre hay uno más, y que la fortaleza y la resiliencia tienen que venir, en este caso, del personaje principal.
“Ese es el mensaje de la historia, que la fuerza tiene que venir de dentro de nosotros, como rebeldía y desobediencia. La obra nos invita a reflexionar que todos los días hay desaparecidos, además de las cifras de los feminicidios. Desafortunadamente la situación sigue muy parecida y la violencia va en aumento desde que escribí la obra, y no vemos esa respuesta hacia la población”.
A lo largo del montaje se expresa una crítica a la actitud social de acostumbrarse a ver a las desapariciones como algo que sucede todos los días y hacer como si no estuviera pasando nada: “Siento que es una manera de sobrevivir a la tragedia”.
Reskala toma el escaparate del teatro porque está segura de que las historias contadas desde ahí son poderosas, no para cambiar al mundo pero al menos “para darnos fortaleza entre nosotros sobre lo que está ocurriendo”.

Para contar El día que las estrellas dejaron de brillar recurre a la historia de una niña llamada Luna que debe enfrentar una desaparición, la de su papá, aunque ella piensa que se lo llevaron los extraterrestres como una manera de evadir la realidad, aunque su mamá la lleva a un psiquiatra y es medicada para hacer frente a su fantasía.
“En la obra de teatro la vamos acompañando en su tránsito a la adolescencia y a su etapa adulta. El papá de Luna es un periodista que la prepara para el entorno, le dijo que todas las personas que están desapareciendo en su ciudad no pertenecen a este mundo por lo que se convirtieron en estrellas.
Cuando él desaparece, Luna quiere traerlo de regreso a casa, pero conforme va creciendo se da cuenta de la realidad. La acompañan sus amigos Rocko y Sofía, pero la violencia también los arranca de su lado.
Es hasta que se encuentra con Juan, hermano de Rocko, cuando abre los ojos y pues él le hace ver la tragedia.
El día que las estrellas dejaron de brillar, dirigida por Ricardo Rodríguez, con las actuaciones de Teté Espinoza y Patricia Soto, ofrecerá una temporada en la Ciudad de México en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque, con funciones los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas.
Mariana Reskala es egresada del máster en Guión y Dramaturgia por CasAzul en 2020. Complementó su formación como dramaturga y guionista en UCLA y The Kenyon Institute. Ha trabajado como guionista en producciones para Netflix, MediaPro, Amazon y Bengala. Es ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Hugo Salcedo, y ha publicado en Tramoya, Paso de Gato y por la Revista Fron//tera.