Los Rayados de Monterrey están ultimando detalles para su participación en el Mundial de Clubes 2025, un torneo que promete ser histórico con su nuevo formato de 32 equipos.
El equipo regiomontano, que enfrentará a rivales de la talla de Inter de Milán, River Plate y Urawa Red Diamonds en la fase de grupos, ya tiene definidos aspectos clave de su logística en Estados Unidos, donde se llevará a cabo la competencia del 15 de junio al 13 de julio.
Uno de los puntos confirmados es su sede de entrenamiento, que será la Universidad Loyola. Esta institución, conocida formalmente como Loyola Marymount University (LMU), está ubicada en Los Ángeles, California, específicamente en el área de Westchester, a pocos kilómetros del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX).

Es una universidad privada de prestigio, fundada en 1911, que combina una fuerte tradición académica con instalaciones deportivas de primer nivel, lo que la hace ideal para que Rayados prepare sus partidos. Su campus, situado en una colina con vistas al océano Pacífico, ofrece un entorno privilegiado para el equipo.
En cuanto al hospedaje, Rayados se instalará en la zona de Manhattan Beach, una localidad costera también en el condado de Los Ángeles, a unos 30 kilómetros al suroeste del centro de la ciudad. Esta área es conocida por su ambiente relajado, playas de arena dorada y un estilo de vida sofisticado, lo que la convierte en un lugar perfecto para que el equipo descanse y se concentre.
Otro detalle relevante es que las conferencias de prensa del equipo se realizarán en el Rose Bowl, el icónico estadio ubicado en Pasadena, California, a unos 15 kilómetros al noreste del centro de Los Ángeles. Este recinto, con capacidad para más de 90 mil espectadores, será la sede de todos los partidos de Rayados en la fase de grupos, y ahora también fungirá como el punto de encuentro con los medios.
Con estos preparativos, Rayados demuestra su compromiso de representar a México y a la Concacaf de la mejor manera en el Mundial de Clubes. La combinación de una sede de entrenamiento de calidad en la Universidad Loyola, un hospedaje estratégico en Manhattan Beach y el uso del Rose Bowl como epicentro de sus actividades mediáticas refleja una planificación meticulosa.
Los aficionados ya están expectantes por ver cómo el equipo albiazul enfrentará este reto global, con la esperanza de dejar una huella imborrable en la competencia.
CIG