Bad Bunny ha hecho una aparición impactante en la Met Gala 2025, convirtiéndose en uno de los asistentes más comentados de la noche.
Con un atuendo que mezcla elegancia, irreverencia y referencias a la diáspora caribeña, el artista puertorriqueño reafirma su papel como ícono global no solo en la música, sino también en la moda.
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Moda como resistencia: Bad Bunny y el poder del estilo
La edición de este año gira en torno a “Superfine: Tailoring Black Style”, una exposición que se inspira en el libro Slaves to Fashion de Monica L. Miller.
La muestra celebra el dandismo negro, un movimiento estético que ha servido durante siglos para cuestionar jerarquías sociales, afirmar la humanidad y redefinir la identidad a través del vestuario.
La gala 2025 marca un momento especial en la historia del Costume Institute: es la primera vez en más de dos décadas que se dedica exclusivamente a la moda masculina y a diseñadores de color.
Dividida en 12 secciones, la exposición combina piezas históricas, moda contemporánea, arte visual y fotografía para ilustrar cómo la diáspora africana ha influido profundamente en la moda global.
Bad Bunny rinde homenaje a Puerto Rico
Bad Bunny vuelve a robarse el show en la Met Gala 2025, esta vez con un poderoso homenaje a su tierra natal: Puerto Rico.
El artista llega vestido con un conjunto diseñado por Prada, compuesto por piezas que integran símbolos culturales puertorriqueños, como un llamativo sombrero tradicional reinterpretado en clave de alta moda.
"Piezas inspiradas en la cultura de Puerto Rico, como lo es el sombrero (…) va a haber mucho sentimiento, mucha energía para perrear, para bailar y será muy especial", expresó el cantante previo a su llegada, anticipando un look cargado de emoción, identidad y ritmo caribeño.
El atuendo, fiel al espíritu irreverente y vanguardista de Bad Bunny, se inscribe perfectamente dentro del tema de la noche, “Superfine: Tailoring Black Style”, al proyectar una visión personal del dandismo desde una óptica afrocaribeña y boricua. Con esto, el reguetonero no solo hace una declaración de estilo, sino también de orgullo cultural.
