La Escuela Primaria General Emiliano Zapata, ubicada en la colonia Santa Rosa de Gómez Palacio, cuenta con una población de 280 alumnos de primero a sexto grado en el turno matutino.
La mayoría de los estudiantes proviene de familias de bajos o medianos recursos económicos, lo que dificulta el cumplimiento de las nuevas medidas relacionadas con la prohibición de la venta de alimentos chatarra en las escuelas.
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Desde el lunes 30 de marzo, en las cafeterías y cooperativas escolares ya no se puede vender alimentos considerados como chatarra, es decir, aquellos que contienen sellos de advertencia establecidos en la Norma Oficial Mexicana NOM-51, productos que exceden los límites de azúcares, grasas saturadas, sodio o calorías.
Director de la escuela comentó que la iniciativa es positiva
Mario Viesca Carreón, director de la Escuela General Emiliano Zapata en el turno matutino, comentó que, en su segundo día enfrentando esta nueva iniciativa, considera que la estrategia nacional es positiva, ya que está orientada a promover una cultura alimentaria más saludable.
Sin embargo, después de observar de cerca la reacción de los padres de familia, se ha dado cuenta de que para muchos es complicado cumplir con estas medidas, ya que deben elegir entre comprar alimentos saludables para sus hijos o cubrir gastos como el agua, la luz o la renta.
"Desgraciadamente, las familias en nuestra comunidad no tienen recursos altos, sino medios o bajos, y no están en condiciones de seguir estas nuevas directrices", explicó Viesca Carreón.
Mayoría de padres piensan que es un desafio debido a la situación económica
Tras platicar con los padres y madres de los alumnos, la mayoría ha calificado la medida como un desafío debido a su situación económica. Lo más difícil, comentan, es el cambio de hábitos alimenticios arraigados desde hace años, algo que de repente se les hace muy complicado modificar.
La dirección de la escuela, a través de los maestros, ha solicitado a los alumnos que lleven desde casa los alimentos que consumirán durante el recreo, para evitar que compren en la tiendita escolar. Pese a que en esta tienda se ofrecen opciones saludables como vasos de fruta de temporada, yogurt de fresa, hot cakes de harina integral y gorditas de harina integral, la encargada señala que estas opciones no se venden.
"Ella les ofrece los alimentos, pero como los niños no están acostumbrados, les resulta difícil aceptarlos, y al final se quedan sin vender. Ayer se quedó mucho, y hoy también", comentó.
Muchos padres no tienen tiempo para preparar algo saludable: Mario Viesca
El director añadió que muchos padres no tienen tiempo para preparar algo saludable para sus hijos debido a sus horarios laborales, por lo que en ocasiones lo único que pueden hacer es darles dinero para que compren algo en la cooperativa escolar.
Otro problema que enfrenta la escuela es la presencia de vendedores ambulantes fuera de la institución. En este sentido, Viesca Carreón mencionó que considera necesario que otra autoridad regule esta actividad, ya que, como director, no puede hacer mucho, mientras los niños siguen consumiendo alimentos chatarra al salir de la escuela.
Para Viesca Carreón, quien ya experimentó una iniciativa similar durante la istración del presidente Enrique Peña Nieto, esta medida tiende a no progresar, pues mientras la economía de las familias no mejore, no habrá cambios significativos en los hábitos alimenticios.
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