Con 16 años de servicio de la educación, Karla Molina Valenzuela, asegura que le gusta trabajar y estar con los niños, a pesar de que su intención no era ser maestra, ya que conocía a sus papás, quienes también eran maestros, lo que era 'batallar' con los niños.
Antes de estudiar en la Normal, apoyaba a su mamá con el cuidado de los grupos, pero fue una vez que empezó a estudiar que descubrió que era su verdadera vocación, por lo que no lo cambiaría por ser directora.
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“Yo jamás sería directora o nada que no fuera estar con los niños. Los niños todos los días te sorprenden, te hacen reír y te hacen el día, te vas con esa satisfacción”.
Debido a la experiencia de sus padres, el estar frente a grupo no fue algo nuevo ni complicado para ella trabajar con niños, siempre y cuando se tenga el plan y diseño de clase.
“No es complicado siempre y cuando sepas lo que estás trabajando, si no tienes un plan o un diseño de clase, hasta el tiempo se te hace lento, pero si sabes el contenido, de dónde partes, cómo va un niño y cómo el otro, siento que es fácil”,
A pesar de que el maestro diseña y planea las clases, tiene que improvisar debido a que saben qué es lo que pueda suceder en el salón, que los haga trabajar de otra forma a lo planeado.
Señala que los niños siempre dejan algo especial en los maestros, pues con algunos hay una gran empatía, sobre todo en pequeños que sufren alguna situación complicada y en lo personal el primer grupo con el que trabajó, el cual siempre recuerda.
“Los niños tienen que ser felices y, si en casa no son, que la escuela sea un refugio para ellos a donde vayan con gusto”.
Respecto al papel del maestro en la sociedad, indicó que actualmente el maestro está desvalorizado, pues anteriormente había un mayor respeto a los maestros.
En cuanto a los programas implementados, señaló que también han cambiado mucho, por lo que algunos de los maestros prefieren los programas anteriores en donde se llevaban las las asignaturas de Matemáticas, Español y Geografía, ya que se tenían mejores resultados.
Como maestra, manifiesta que es una labor muy bonita, de muchas satisfacciones, la cual va más allá de transmitir un conocimiento.
“El ser maestro es formar parte de la vida del niño al cien por ciento, no sólo como un guía sino alguien en su vida”, expresó.
DAED