Durante la madrugada de este sábado, autoridades mexicanas realizaron un operativo sorpresa en el campamento sur de la ciudad de Chihuahua, habitado principalmente por migrantes.
Un convoy integrado por elementos de la Guardia Nacional y el Ejército mexicano desmanteló las instalaciones improvisadas que servían de refugio para cientos de personas, entre ellas niños y familias completas.
El operativo se llevó a cabo sin previo aviso, dejando a los migrantes en una situación de incertidumbre y temor.
Varias familias fueron vistas protegiendo a los menores mientras observaban cómo sus pertenencias eran retiradas y los refugios desmantelados.
Algunos testimonios recogidos en el lugar reflejaron el miedo y la vulnerabilidad que enfrentan las personas en situación de migración en su búsqueda de mejores oportunidades.
Migración: una situación de alta tensión
La redada ocurre en un contexto de creciente tensión migratoria en la región norte de México.
Este país es punto de paso para miles de personas que intentan cruzar hacia Estados Unidos, donde las políticas migratorias se han endurecido en los últimos años.
Recientemente, el presidente del Instituto de Política Migratoria, Andrew Selee, destacó que las deportaciones masivas prometidas por la istración de Donald Trump podrían tardar meses en materializarse, debido a los complejos procedimientos legales que requieren.
De acuerdo con Selee, “las redadas son altamente mediáticas pero no necesariamente masivas en términos numéricos”, señalando que estas operaciones suelen afectar a grupos específicos de migrantes, especialmente aquellos que han llegado recientemente y enfrentan casos abiertos en las cortes de migración.
Impacto en la comunidad migrante
Los desalojos y redadas no solo representan un golpe directo a los migrantes, sino también generan una serie de repercusiones en las comunidades locales y las organizaciones humanitarias que intentan brindar apoyo.
De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estos operativos podrían coincidir con el aumento de llegadas de nuevos migrantes al sur del país, creando un efecto dominó de tensiones y necesidades no satisfechas.
Las familias desalojadas enfrentan ahora un panorama incierto, con recursos limitados y una red de apoyo debilitada.
Varias organizaciones humanitarias alertaron sobre la necesidad de desarrollar estrategias que prioricen la protección de los derechos humanos de las personas migrantes, especialmente en lo referente a menores de edad y familias vulnerables.
Las redadas y sus estrategias políticas
En el contexto internacional, las redadas han sido utilizadas como una herramienta política y mediática para subrayar el endurecimiento de las políticas migratorias.
En Estados Unidos, las operaciones anunciadas en ciudades santuario como Chicago se enfocan en migrantes con antecedentes penales, aunque cualquier persona indocumentada podría ser detenida.
MO