El robo de autopartes se ha convertido en un delito cotidiano que afecta a cientos de automovilistas poblanos. Desde espejos laterales hasta baterías, ninguna pieza está a salvo de los delincuentes que en cuestión de minutos desmantelan vehículos estacionados en vía pública o incluso en zonas vigiladas de todo el estado.
Tan solo durante el 2023 y 2024, la Fiscalía General del Estado (FGE) reportó que 3 mil 197 poblanos denunciaron ser víctimas de robo de autopartes.
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En 2023, a nivel estatal resultaron mil 535 afectados y a nivel nacional se registraron 23 mil 738 denuncias. Mientras que en 2024 fueron mil 665 casos estatales y, a nivel nacional, en ese mismo año fueron 21 mil 150 reportes.
Lo anterior significa que en dos años el robo de autopartes en la entidad poblana aumentó un 8.4 por ciento, lo cual significa que cada día, en promedio, ocho poblanos tuvieron que acudir al Ministerio Público para realizar su denuncia.

En el primer trimestre del 2025, la FGE reportó 460 denuncias por robo de autopartes, esto representó un aumento del 6.2 por ciento en comparación con el mismo periodo del 2024 cuando se registraron 434 denuncias.
Según datos recientes de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), los objetos más buscados por los ladrones son los retrovisores, faros, estéreos y llantas debido a su rápida reventa y alta demanda.
El destino de muchas de estas piezas robadas es el mercado negro, donde se venden a precios considerablemente más bajos que en los establecimientos formales.
Ubicado al Norte de la ciudad de Puebla está la 46 Poniente, una de las zonas más conocidas por la venta de autopartes. A simple vista, parecen negocios cualquiera, pero basta caminar unos metros para descubrir un universo paralelo del comercio automotriz, donde las piezas usadas se ofrecen con sorprendente facilidad.
En este lugar se encuentran desde llantas casi nuevas hasta tableros completos, volantes, rines, espejos, todo dispuesto en el suelo, sobre cajas o colgando estructuras metálicas como si se tratara de cualquier otro producto.
Lo más llamativo es la rapidez con la que se pueden conseguir piezas específicas. Basta con mencionar el modelo del vehículo para que los vendedores ofrezcan varias opciones.

Los precios son considerablemente más bajos que en una tienda formal. Un espejo completo lo puedes encontrar desde 800 hasta 2 mil pesos; para un neumático con rin su venta ronda entre mil y 3 mil pesos; el faro va de 500 hasta mil 500 pesos; el tapón de 250 hasta los 500 pesos.
No se solicita factura ni garantía y la transacción se cierra sin preguntas.
Aunque las autoridades han intentado regular estos espacios, su operación sigue activa y protegida, en parte, por la demanda constante de quienes buscan ahorrar sin pensar en las implicaciones legales. También hay depósitos de carros donde los ciudadanos acuden a realizar cotizaciones de autopartes.
Testimonio de una víctima
Valeria fue víctima del robo de autopartes en abril de 2024. Su coche, un A5 Audi quedó montado sobre tabiques, ya que las cuatro llantas habían desaparecido. Este suceso ocurrió en el fraccionamiento Las Haras aproximadamente a las 18:00 horas.
“Nosotros nos dimos cuenta de que se habían robado las cuatro llantas como a las 21:00 horas, se llamó a la aseguradora para pedir la grúa y lo trasladaron a la agencia de Audi, pero la aseguradora no cubre robos parciales, sino totales, entonces, el gasto corrió por nuestra cuenta”, recordó.
La afectada mencionó que tuvo que desembolsar cerca de 300 mil pesos para la reparación de la unidad, porque cada llanta costaba alrededor de 80 mil pesos en agencia.
Su historia es apenas una de entre cientos que ocurren cada semana, alimentando un ciclo donde la delincuencia encuentra salida fácil en el mercado informal de autopartes, el cual también se ha llegado a extender en páginas de internet.

CHM