¿Quién fue Elijah J. Bond, el hombre que creó y patentó la Ouija?

Elijah J. Bond fue el abogado que creó la tabla en 1891, convirtiéndola en un fenómeno comercial del espiritismo.

Aunque la tabla ouija es hoy un ícono de lo esotérico, protagonista de películas de terror y objeto de rituales caseros en busca de o con el más allá, pocos conocen el nombre del hombre que la llevó del folclore a las oficinas de patentes de Estados Unidos: Elijah Jefferson Bond, un abogado poco conocido, pero cuyo legado ha trascendido por más de un siglo, entre misterio, negocios y muerte. Aquí en MILENIO te contamos todo sobre él.

Jugar a la ouija, experiencias paranormales. (Especial)
Jugar a la ouija, experiencias paranormales. (Especial)

¿Quién fue Elijah J. Bond?


Elijah J. Bond nació el 23 de enero de 1847 en Bel Air, Maryland. Pertenecía a una familia acomodada y tuvo una vida relativamente convencional en su juventud. 

Estudió leyes y se convirtió en abogado, además de desempeñarse como empresario en distintas áreas. Sin embargo, fue un giro inesperado hacia lo sobrenatural lo que marcaría su huella en la historia.

En el contexto del siglo XIX, el espiritismo estaba en auge. Desde mediados de 1800, miles de personas acudían a sesiones con médiums, convencidos de que podían comunicarse con familiares fallecidos. El movimiento espiritualista, que cobró gran fuerza especialmente después de la Guerra Civil estadounidense, proporcionó el terreno perfecto para el surgimiento de artefactos que facilitaran el o con los muertos.

El nacimiento de la tabla Ouija


La historia cuenta que Bond tuvo conocimiento de una tabla "parlante" a través de una amiga médium, Helen Peters, quien supuestamente tuvo una experiencia directa con este objeto. 

Intrigado, Bond decidió registrar la idea. Así, el 28 de mayo de 1890 presentó una solicitud de patente para lo que denominó simplemente como un "tablero de juego".

El 10 de febrero de 1891, Bond obtuvo oficialmente la patente número 446,054 para su invención: una tabla rectangular, con letras del alfabeto, los números del 0 al 9 y las palabras “sí”, “no” y “adiós”, además de una planchette (una pieza con forma de corazón) que servía como puntero móvil.

El diseño no era completamente original, pues artefactos similares ya se usaban en círculos espiritistas. Sin embargo, Bond fue el primero en formalizarla como producto comercial y, sobre todo, en dotarla de una narrativa seductora: la tabla "Ouija" respondía por sí sola, sin intervención humana. 

Según relatos de la época, incluso convenció al funcionario de la Oficina de Patentes de que la tabla funcionaba, al hacer que revelara correctamente su nombre, durante la misma sesión de demostración.

La actividad incluye juegos con la tabla Ouija.
La actividad incluye juegos con la tabla Ouija.

¿De dónde viene el nombre "Ouija"?


Una de las grandes preguntas alrededor de este objeto es el origen de su nombre. Aunque muchas personas creen que "Ouija" proviene de la unión de las palabras “oui” (sí, en francés) y “ja” (sí, en alemán), existen otras versiones. 

La más difundida apunta nuevamente a Helen Peters, quien afirmó que el nombre le fue “revelado” por el tablero mismo durante una de sus sesiones. Curiosamente, llevaba un medallón con la imagen de una escritora llamada Ouida, lo que pudo haber influido en la supuesta respuesta.

La ambigüedad del término solo añadió misticismo al objeto, que rápidamente comenzó a ser producido en masa por la Kennard Novelty Company, empresa fundada por Bond junto con Charles Kennard y otros socios, con la intención de comercializar la tabla.

Pese a su rol fundamental, Elijah Bond no conservó por mucho tiempo los derechos ni las ganancias del fenómeno que él mismo ayudó a lanzar. Disputas entre los fundadores de la empresa y posteriores reestructuraciones lo alejaron del negocio. 

La producción de las tablas eventualmente quedó en manos de William Fuld, quien popularizó aún más el producto y llegó a atribuirse su invención, borrando casi por completo el nombre de Bond del mapa.

Por años, Elijah J. Bond cayó en el olvido. Murió en 1921 y fue enterrado en una tumba sin mayor notoriedad en el Green Mount Cemetery de Baltimore. 

Irónicamente, su espíritu volvió a ser invocado décadas después, cuando el historiador y entusiasta del ocultismo Robert Murch, tras una extensa investigación, logró localizar su tumba en 2007. Ese mismo año, con permiso de la familia, se colocó una nueva lápida conmemorativa con forma de tabla ouija, incluyendo la imagen de la patente original.

Tumba de Elijah J. Bond
Tumba de Elijah J. Bond



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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