Fin a la trilogía del clásico joven, con mejor saldo para Cruz Azul porque se llevó el pase a las semifinales de la Champions Cup. Mal cuerpo para el América que cayó eliminado en el torneo internacional y con el empate 0-0 en el tercer juego entre ambos clubes también cedió el liderato del torneo al Toluca.
A diferencia del martes, ahora sí André Jardine echó mano de Dávila como defensa central y le dio entrada a Jonathan en medio campo, se olvidó de la línea de cinco en el fondo.
Vicente también ajustó su equipo, mandó a Chiquete para formar una línea de cinco y jugó con dos delanteros.
Mucha tensión y poca emoción
El cierre de la trilogía del clásico joven fue un duelo estratégico, con pocos espacios, porque ni uno ni otro cedieron terreno. América tenía la necesidad de lograr el triunfo para mantener el liderato general, por el triunfo previo de Toluca.
Sin embargo Cruz Azul es un equipo que ha tomado confianza, lo del martes le dejó como enseñanza que puede competirle sin ningún temor al América, que tiene la materia prima y la capacidad futbolística para no sentirse menos.
No fue un juego intenso, al contrario, se tornó más ríspido y poco fluido, los dos cerraban espacios, mucho choque en medio campo y pocas ocasiones de peligro. América no fluía como hace semanas, le tiene su cuota de respeto a Cruz Azul y La Máquina también tenía sus resguardos.
Hubo algunas acciones que levantaron los suspiros de los aficionados, como cuando Reyes se cruzó para impedir un remate de Rotondi. O un disparo de Erick Sánchez desde la frontal que se fue por encima del travesaño.
Poco que contar del primer tiempo, habìa un cierto miedo al error porque cualquier despiste podía tener un peso emocional muy grande.
El gol se niega a aparecer
Para el segundo tiempo, creció un poco el partido, lo justo, pero se veía un poco más de deseo. Dávila tuvo la primera de América, con un tiro que apagó Mier. La respuesta fue un tiro de Rivero que se fue desviado.
Vinieron los cambios de ambos para tratar de cambiar la dinámica del juego. Valdés por América y en Cruz Azul Bogusz para tratar de agitar el juego.
Fue Fidalgo el que dispuso de la jugada más clara, Valdés asistió al español y el Maguito no pudo batir a Mier en el mano a mano al 70’. Fueron los mejores instantes del cuadro amarillo, porque un par de minutos después Juárez no pudo darle dirección a un remate con la cabeza.
Fueron meros esbozos, porque después más de lo mismo, avanzó el reloj y cuando se acercaba el final el miedo a la derrota fue más grande. Era mejor no sufrir algún daño que pudiera tener secuelas emocionales en la semana que se terminará la fase regular.
Para América no son tiempos fáciles, viene el cierre en el que tendrá que medirse a Rayados y Mazatlán con la consigna de ganar y esperar un tropiezo de Toluca para recuperar el liderato.
Cruz Azul ha salido reforzado en lo anímico, se ve capaz de hacerle la guerra al mejor equipo del último año y medio, tendrá un cierre muy bravo con León y Toluca, donde peleará por un sitio entre los primeros cuatro.
MGC
