A pesar de las encuestas que lo ubican como el presidente más impopular en 80 años, Donald Trump dio una celebratoria vuelta al ruedo para festejar los supuestos triunfo de sus primero 100 días en el poder durante su segundo mandato y se acreditó haber logrado transformar a la frontera con México en la más segura de la historia.
En un discurso a la nación desde la cuna de la industria automotriz estadounidense en el estado de Michigan, Trump ajustó cuentas con los demócratas, los acusó de ser “incompetentes y estúpidos” y sostuvo que de no haber derrotado a Joe Biden este ya hubiera legalizado a 30 o 40 millones de inmigrantes indocumentados.
“La istración anterior provocó una invasión masiva en la frontera, permitiendo que pandillas, carteles y terroristas se infiltraran en nuestras comunidades para violar y asesinar a nuestros ciudadanos… Pero hoy puedo decir con orgullo que esa traición atroz ha terminado, y que hemos logrado tener la frontera más segura en la historia de Estados Unidos”, remató.
Para entretener a la multitud, la Casa Blanca proyectó en medio del discurso de una hora y media de duración un breve video sobre el traslado de presuntos de los recién designados grupos terroristas foráneos del Tren de Aragua y MS-13.
Entre los aplausos de sus seguidores, muchos de los cuales portaban la icónica gorra roja con la leyenda MAGA, Trump aseguró que “el número de personas que cruzan ilegalmente y son liberadas dentro de Estados Unidos ha bajado. Escuchen bien esto, por favor: 99.99... 99.999%”.
Aunque la seguridad fronteriza ocupó el lugar estelar del discurso, Trump presumió que las presiones a sus socios están rindiendo frutos: “Estamos cobrando grandes aranceles a México, Canadá y China debido a que han permitido la entrada de fentanilo que está envenenando a nuestro país. Están pagando mucho dinero por eso. Y por esa razón —ya verán— va a dejar de entrar. Ya está empezando a disminuir”.
Trump, quien antes de su discurso suavizó los aranceles a los fabricantes de autos de su país, acusó a México y Canadá de llevarse los empleos. “¿Por qué subsidiamos a Canadá con 200 mil millones de dólares al año? ¿Por qué subsidiamos a México con 300 mil millones de dólares al año? No hay razón”, aseguró.