Internacional

Papa Francisco perfiló estructura de cónclave, pero no garantiza nada: expertos

Francisco deja su huella en la composición del Colegio Cardenalicio que ha abierto a zonas periféricas del planeta.

Ante el fin del pontificado de Francisco los juegos están abiertos para elegir a su sucesor, que podría surgir entre las decenas de cardenales de todos los rincones del mundo que él mismo ha nombrado desde que en 2013 llegó desde Argentina a ocupar la silla de Pedro.

Con un récord de 149 cardenales creados en 10 consistorios, 110 de ellos (80 por ciento del total) con derecho a voto en el próximo cónclave, Francisco deja su huella en la composición del Colegio Cardenalicio que ha abierto a zonas periféricas del planeta, incluso algunas donde los cristianos son minoría, para restituir a la Iglesia un rostro universal que incluya a todas las latitudes.

​Según el Código de Derecho Canónico, el cardenal es un eclesiástico que recibe directamente del Papa el título en consideración de sus méritos personales, como el seguimiento de la doctrina pastoral, sus hábitos y costumbres o su piedad y prudencia. Aquellos que no sean obispos de alguna diócesis deben recibir tal consagración antes de convertirse en “príncipes de la Iglesia”.

El Colegio Cardenalicio está actualmente integrado por 252 , de los cuales 135, aquellos que no hayan cumplido 80 años de edad el día precedente al inicio de la “sede vacante” -como se denomina el periodo de interregno en el que la Iglesia carece de guía - podrán participar en el cónclave que elegirá al nuevo jefe de la Iglesia católica, de acuerdo con lo establecido por la constitución apostólica Universi Dominici Gregis.

Los cardenales tienen tres tareas principales: la elección en Roma del Papa en un cónclave, un término derivado del latino cum clave, es decir (cerrado) con llave; acudir a la convocatoria del Papa para reunirse colegiadamente y evaluar aspectos generales o específicos del gobierno de la Iglesia universal y ayudar al pontífice en su compromiso pastoral.

La prerrogativa exclusiva de los cardenales en la elección del Papa fue establecida en el Concilio Lateranense del año 1059, que excluyó a la nobleza romana de esa tarea. 

En 1150 fue instituida la figura del cardenal camarlengo, encargado de tareas istrativas y sobre todo, de estar al frente de la Iglesia durante el periodo de “sede vacante”. Actualmente ese cargo corresponde al cardenal estadunidense de origen irlandés Kevin Joseph Farrell.

La huella de Bergoglio en el Colegio Cardenalicio

Si bien Jorge Mario Bergoglio ha sido muy activo en el nombramiento de cardenales y deja su huella en la composición del actual Colegio, ello no significa necesariamente que su sucesor vaya a ser de “estricta observancia bergogliana”, opinaron diversos expertos entrevistados por MILENIO.

Para el vaticanista Sandro Magister, crítico de Francisco desde la primera hora del pontificado, el que la mayor parte de los integrantes del Colegio Cardenalicio, en particular los electores, hayan sido nombrados por el Papa argentino, tendrá poco peso y no determinará que su sucesor siga su misma lìnea.

“Efectivamente la mayor parte de los cardenales electores han sido nombrados por el Papa argentino, pero ello no significa que estén de acuerdo. La mayoría ni siquiera se conoce entre sí pues Francisco prácticamente no ha dado posibilidad para ello”, dijo.

Según Magister, en él cónclave saldrán a la luz divisiones, malestar e inconformidad con algunos aspectos del pontificado de Bergoglio y la confusión, que en su opinión, deja tras de sí.

“Francisco es extremadamente contradictorio, quiere renovar la Iglesia sinodalmente (en el que todos tengan voz) y al mismo tiempo ha gobernado como monarca absoluto”, añadió.

Para el vaticanista del diario económico Il Sole-24 Ore, Carlo Marroni, si bien Francisco ha nombrado a 80 por ciento de los cardenales que participarán en el próximo cónclave, no todos son “bergoglianos” y aunque muchos de ellos responden a la idea del papa de una Iglesia universal más atenta hacia los pobres, algunos no comparten la misma línea del pontífice.

“La estructura del próximo cónclave ha sido diseñada por Francisco y seguramente tendrá un enfoque más atento hacia el sur del mundo, en particular Asia. Pero parece difícil que pueda ser electo otro Papa latinoamericano o jesuita”, opinó.

Igualmente consideró que el primer problema es que los cardenales no se conocen entre sí ni se han visto la cara pues Bergoglio no ha convocado a reuniones globales

Como otros expertos, también Marroni resaltó que Francisco tiene posturas a menudo “muy fuertes” que tienden a dividir, sobre todo en temas relacionados con la familia, en particular respecto a la posibilidad de istrar la eucaristía a los divorciados que se vuelvan a casar o permitir la bendición de parejas homosexuales, iniciativas por las que fue criticado de una manera sin precedentes por varios cardenales conservadores.

El Papa argentino también ha redimensionado la influencia del Opus Dei, la prelatura fundada en 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, ha impulsado la transparencia y el ordenamiento en los manejos financieros de la Iglesia y reafirmado la tolerancia cero frente a los abusos de menores por parte de del clero, además de que ha promovido una Iglesia social más cercana a los pobres.

“Sin duda Bergoglio ha cambiado las cartas pero eso no significa que los que ahora se dicen bergoglianos lo sigan siendo en el próximo cónclave”, subrayó Marroni.

Los cardenales “papables”


A pesar de la vigencia del antiguo proverbio romano que dice que “Quien entra como papa al cónclave sale como cardenal", que subraya la futilidad de dar un ganador antes de las votaciones, desde hace tiempo circulan ya las listas con los nombres de los posibles “papables”.

Según el diario La Stampa, la Iglesia tradicionalista estadunidense, en particular, se muestra muy activa en dar a Francisco como “acabado” y promover a un candidato conservador. Se refirió al caso al arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan - referente de la galaxia ultraconservadora hostil al papa argentino - quien encabezó la oración inicial de la ceremonia de toma de posesión de Donald Trump.

Magister citó como posibles sucesores de Francisco a los cardenales Ander Arborelius, obispo de Estocolmo; Péter Erdo, arzobispo de Budapest y al italiano Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, que “reúnen amplia estima y son personas equilibradas, prudentes y preparadas”, mientras el filipino Luis Antonio Gokim Tagle, frecuentemente incluido en la lista de los papables, “ha demostrado no tener capacidad para gobernar”.

También para Marroni, el próximo Papa podría ser el actual Patriarca latino de Jerusalén o incluso el secretario de Estado, Pietro Parolin. Igualmente ve con posibilidades al arzobispo de Marsella, Jean Marc Aveline, o a algunos cardenales asiáticos como el arzobispo de Colombo, Sri Lanka, Albert Malcom Ranjith.

“No veo posibilidades de un papa africano. La Iglesia africana es muy conservadora, ha declarado la guerra a Francisco sobre su aprobación para dar la bendición a las parejas homosexuales. 
"Tampoco veo muchas posibilidades de un papa de Estados Unidos, sobre todo ahora que con Trump el mundo tiene una percepción especial sobre ese país y hasta hace poco la mayoría de los cardenales estadunidenses eran abiertamente trumpianos”, dijo.

HCM

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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