Accionistas de Berkshire Hathaway lamentan la partida del legendario inversor Warren Buffett, pues aunque anticipan que el conglomerado que construyó durante 60 años mantendrá su enfoque y cultura a largo plazo, les preocupa la pérdida de la visión.
Tras el sorpresivo anuncio el sábado de que dejaría el cargo de director ejecutivo a finales de año, los accionistas y seguidores de Berkshire dijeron que la compañía con sede en Omaha, Nebraska, seguirá en buenas manos una vez que el vicepresidente Greg Abel asuma el cargo principal.
Sin embargo, afirmaron que aún no está claro cómo le irá al conglomerado de 1.16 billones de dólares, que cuenta con 189 empresas operativas, 264 mil millones de dólares en acciones y 348 mil millones en efectivo, tras la salida de este hombre tan vinculado a él. Buffett hizo el anuncio al final de la junta anual de Berkshire, tras horas de responder a las preguntas de los accionistas.
“Hay una prima en Berkshire solo porque está Buffett, ¿Lo verá la gente de la misma manera cuando no esté?”, dijo Mark Malek, director de inversiones de Siebert.NXT.
Un reporte del Financial Times destacó que las tareas de Abel son dobles: mantener la cultura que Buffett y su difunto vicepresidente Charlie Munger inculcaron en Berkshire y, al mismo tiempo, poner a trabajar el fondo de inversión récord del grupo.
Los inversores tardarán años en saber cómo se desempeña Abel como asignador de capital, si tendrá el mismo talento para identificar dónde mover los miles de millones de dólares que fluyen a Omaha cada mes y si puede acercarse a igualar los retornos de Buffett. “Creo que reemplazar a Buffett es imposible”, declaró Christopher Bloomstran, presidente del grupo de inversión y accionista de Berkshire, Semper Augustus. “Greg estará bajo la lupa, no tanto por los accionistas, sino del público en general”.