El presidente de la Asociación de Agricultores del Río Sinaloa Poniente (AARSP), Jesús Alberto Rojo Plascencia, calificó como un respiro para el sector agroalimentario el aplazamiento por un mes de la aplicación de aranceles a las exportaciones de México por parte del Gobierno de Estados Unidos. Sin embargo, advirtió que esta medida no es una solución definitiva y que se requiere seguir negociando para evitar la imposición de gravámenes que dañarían gravemente al campo mexicano.
Rojo Plascencia señaló que tanto México como Estados Unidos están obligados a cumplir con los tratados comerciales como el TMEC y que no les conviene recurrir a la aplicación de aranceles, ya que el principal afectado sería el consumidor final.
En el caso de Sinaloa, donde una buena parte de la economía depende de las exportaciones de frutas y legumbres, la imposición de aranceles tendría un impacto devastador. El líder agrícola explicó que durante 2024, el sector hortícola generó divisas por el orden de los 2 mil millones de dólares en Sinaloa, y que de aplicarse nuevos impuestos, se tendría que bajar la producción de tomates, chiles, calabazas, pepinos y berries, los productos que más se exportan al vecino país.
Además, advirtió que este conflicto comercial podría impactar directamente en el costo de insumos agrícolas tan importantes como los fertilizantes, ya que tanto el amoniaco anhidro como la urea y otros agroinsumos se elaboran con materias primas que se importan de Estados Unidos.
Por lo tanto, Rojo Plascencia reiteró la necesidad de seguir negociando la no aplicación de aranceles, ya que en el caso de Sinaloa, el sector hortícola, además de generar divisas, es un sector que brinda estabilidad social a más de 150 mil personas que laboran en los campos donde se producen frutas y legumbres.