De no reconsiderar el gobierno federal su postura sobre el manejo económico ante la pandemia Covid-19, que tenga un énfasis en preservar la actividad productiva y evitar el cierre de negocios, la economía caerá un 5.7 por ciento en este año, además traerá una pérdida de más de 900 mil empleos formales en los próximos 45 días.
José De la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), detalló que están en riesgo varias cadenas de proveeduría de sectores como: el automotriz, eléctrico, electrónica, cemento, siderúrgica, calzado, química, e incluso la industria de alimentos procesados, aunque está dentro de los sectores esenciales (establecido en el decreto de emergencia sanitaria) y en el cual no se garantiza la operación de su cadena de suministros.
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El especialista señaló que tampoco se incluyó a la cadena de suministros del sector salud, el cual requiere de ciertos insumos que no están considerados en el decreto de emergencia sanitaria.
Si se determina el cierre de empresas por un mes tal y como lo plantean en el decreto de emergencia sanitaria, provocará que los siguientes trimestres del año serán negativos (crecimiento del PIB).
Previo que quizá en el primer trimestre de 2021 pudiera darse una recuperación más franca, por lo que planteó que se requiere de un pacto entre el gobierno federal, el sector empresarial y la sociedad en general para poder enfrentar los efectos negativos que está produciendo la pandemia de Covid-19.
“Aminoraría la caída un plan estratégico de contención, pero al mismo tiempo existe ya un daño generalizado por la suspensión de actividades durante un mes; se tendría que atenuar esa caída de 5.7 por ciento a un 3.5 por ciento si se hace esto permitiría una reactivación más rápida y se perdería menos empleos”, indicó.
Ante esto, el gobierno federal debe de definir cuáles serán los sectores estratégicos y que no sólo éstos funcionen sino también las cadenas de suministros de los mismos.
El directivo de IDIC, señaló que esperan que el próximo domingo pueda el gobierno federal reconsiderar y anunciar un paquete económico en esta dirección de proteger e impulsar la actividad productiva y los empleos.
“Lamentablemente en algunas regiones se verán afectadas, siendo estas las zonas noreste, bajío, occidente y el centro de la República, y ni que decir la parte fronteriza con los Estados Unidos”, añadió el especialista.
Toda la cadena de suministro de la industria automotriz en la zona noreste del país se verá sumamente afectada; el sector químico, plástico, entre otros serán los más afectados.
El IDIC, un centro (Think tank) estima que la economía mexicana caerá en este año -5.7 por ciento y bajo este escenario hay que considerar que no habrá factores de recuperación que impulsen externamente a la economía nacional, como en otras crisis económicas que ha sido el sector externo que empuja, ahora mercados como Estados Unidos les llevará tiempo reactivar su economía.
Es decir, las crisis de 1995 y 2009 fueron relativamente rápidas porque el entorno externo ayudó, ahora no será así; aunado a que la estrategia del gobierno federal hasta hoy tampoco está abonando a que se pueda ver.
