México fue rankeado como el tercer país más complejo a nivel mundial para realizar negocios, de acuerdo con el estudio Global Business Complexity Index 2025 (GBCI), realizado por TMF Group.
A través de un comunicado, se mencionó que esto es debido a que el reporte reveló que es una de las naciones más desafiantes en materia regulatoria, fiscal y istrativa.
“El ascenso desde la cuarta posición registrada en 2024 refleja un aumento en la complejidad operativa en el país (…) responde a un entorno en transformación, de reformas orientadas a mejorar las condiciones laborales y sociales, pero que imponen nuevos desafíos de cumplimiento para las empresas”, explicó el documento.
Se precisó que la firma analizó la jurisdicción de 79 países, responsables del 94 por ciento del producto interno bruto(PIB) mundial, y del 95 por ciento de los flujos de inversión extranjera directa (IED).
Apuntó que este análisis considera factores como la carga istrativa, normativa y contable, así como las exigencias legales al hacer negocios.
En tanto, uno de los elementos que disparó la complejidad en el territorio nacional fue el nuevo marco regulatorio en materia laboral.
“Entre los cambios recientes, en México destaca la norma que exige condiciones mínimas para los trabajadores en fábricas, como la provisión obligatoria de asientos adecuados”, refirió.
“La complejidad regulatoria no sólo encarece las operaciones de las empresas, sino que también representa un desafío para los negocios que buscan desarrollarse en nuevos mercados”, sostuvo.
Además, advirtió que la legislación sobre trabajo remoto ha generado también nuevas obligaciones para las empresas, ya que “la ley que obliga a formalizar contratos para quienes trabajan desde casa más del 50 por ciento del tiempo ha impulsado esquemas híbridos, pero también ha traído cargas organizacionales, operativas y económicas”.
El GBCI esclareció que si bien México tiene una jurisdicción difícil, no significa que sea un entorno imposible ya que la complejidad no representa un obstáculo para las empresas internacionales.
Sin embargo, aseguró que lo que sí limita a la toma de decisiones es la falta de certeza la cual llega a afectar la estrategia empresarial derivada por cambios en políticas comerciales.
Además, el reporte reveló que hay una tendencia entre las empresas para diversificar sus operaciones frente a la incertidumbre global, por lo que 60 por ciento, ha ampliado su presencia geográfica y 58 por ciento, incrementó los sectores en los que tiene participación.
México, con posición atractiva por nearshoring
Pese a los retos normativos, México mantiene una posición estratégica para el nearshoring. Su red de tratados comerciales continúa siendo un factor clave para atraer inversión extranjera.
En este sentido, la directora general de la firma en México, Dunia Salomón, subrayó el potencial del país, pero también advirtió que debe resolver los pendientes que tiene para que la nación reciba inversión extranjera que contribuya a formar y desarrollar las habilidades de la fuerza laboral mexicana.
“México es mucho más que un destino para el nearshoring. Si bien el país está bien posicionado, existen áreas y especialidades que requieren desarrollo y capacitación”, finalizó.
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MRA