Que en medio de la oscuridad que se cierne sobre los centros de rehabilitación, donde la muerte y la violencia se han convertido en una trágica realidad, la Secretaría de Salud de Jalisco, bajo el liderazgo de Héctor Raúl Pérez Gómez, guarda un silencio ensordecedor. El Consejo Estatal Contra las Adicciones, instancia que debería ser el faro de esperanza para aquellos que buscan ayuda y redención, se ha quedado mudo y ciego frente a la tragedia en estos centros. ¿Dónde está la voz de la autoridad? ¿Dónde está la acción que debe tomar para proteger a los más vulnerables? La indiferencia es un crimen contra la humanidad. Es hora de que la Secretaría de Salud y el Consejo Estatal Contra las Adicciones asuman su responsabilidad y tomen medidas urgentes para abordar esta crisis. La vida de los que buscan ayuda y redención en estos centros depende de ello.
Que nadie descarta una reunión entre Enrique Alfaro y Pablo Lemus en la gira de trabajo que realiza el gobernador en España. De hecho, es muy probable que se reúnan este viernes, cuando Lemus tenga un diálogo con el equipo directivo del Club de Fútbol Real Madrid, donde Alfaro hace un curso de entrenador. El encuentro podría ser un momento crucial para evaluar el estado actual de la transición política en Jalisco. A mes y medio del relevo, ambos líderes podrían hacer un balance de la situación y discutir los próximos pasos. La presencia de Lemus añade un toque de intriga a la reunión. La aspiración de Alfaro de convertirse en el entrenador del Rebaño Sagrado podría ser un tema de conversación interesante, pero más allá de eso, lo que importa es el simbolismo del encuentro. El viejo adagio “muerto el rey, viva el rey” podría ser especialmente relevante en este contexto.
Que Jalisco recordó ayer a Aristóteles Sandoval, que dejó huella en el estado. En el 51º aniversario de su natalicio, destacados del PRI se reunieron para rendir homenaje a su memoria. Verónica Flores, presidenta del Comité Municipal de Guadalajara del tricolor, recordó su trayectoria. Sin embargo, fue imposible para los priistas no sentir una nostalgia por aquel partido que, bajo el liderazgo de Sandoval, recuperó el poder en Jalisco arrebatándoselo al PAN. Hoy, ese partido parece estar muy lejos de volver a alcanzar esa influencia y poder. La “caballada” del PRI está flaca.