¿Quién no ha escuchado hablar de la inteligencia artificial (IA) en el transcurso de este año? En el trabajo, en los medios o, incluso, en conversaciones con familiares o amigos, todas las personas comienzan a tener una opinión al respecto; además, cada vez es más común que la gente incorpore esta tecnología a su vida cotidiana. Y los números están ahí para confirmarlo, pues de acuerdo con el reciente reporte del Estado Global de la IA, de McKinsey, el porcentaje de organizaciones que ya utilizan herramientas de IA generativa de forma regular se duplicó, de 33% en 2023 a más de 65% para 2024.
Y si bien es un hecho que tanto el uso como el desarrollo de estas tecnologías requieren de marcos de trabajo y reglas de responsabilidad, la IA generativa representa un sinnúmero de posibilidades positivas, jugando el rol de catalizador en la productividad laboral y un aliado en el desarrollo de una nueva era creativa que permita a empresas y personas detonar proyectos o ideas que hasta hace un par de años era imposible o altamente costoso.
Un caso ejemplar de las posibilidades de la IA generativa es su potencial para romper la barrera del idioma en el consumo de contenidos por medio de traducciones simultáneas de un gran número de lenguas distintas, permitiendo a los creadores de contenido concentrar sus esfuerzos en tareas de mayor impacto. Este ejemplo puede ayudarnos a entender el impacto que tiene esta tecnología en la creación de contenido y su alcance, de nivel local a global.
Por su parte, la creación de contenido requiere de todo un proceso creativo que va mucho más allá de grabar un video. En este periodo de adaptación a la vida con AI, a veces tendemos a confundir la creatividad con las habilidades técnicas, pero realmente lo que la IA vino a hacer fue a reducir la brecha entre lo que podemos imaginar y lo que podemos ejecutar. Pensar en una idea, grabarla, editarla, subirla, nombrarla e interactuar con tu comunidad, por mencionar solo algunas actividades, son pasos que consumen gran parte del tiempo de aquellos que deciden recorrer este camino. Es por eso que el uso de la IA en este rubro es prácticamente intrínseco, maximizando nuestra creatividad a nuevos niveles.
Como respuesta a esa situación, en YouTube recientemente hemos anunciado una serie de herramientas que facilitan la creación de fondos de video, así como un asistente virtual, impulsados por la IA, que ayuda a crear títulos, imágenes para las miniaturas de los videos e ideas de contenido. Esto ayuda a potenciar los procesos creativos, impulsando así el talento de los creadores de contenido.
Sin embargo, es importante reconocer también que los avances tecnológicos siempre traen consigo preguntas sobre su posible impacto en la vida humana. En el caso de la IA, este tipo de cuestionamientos, válidos y necesarios, han sucedido a la par de su creciente inclusión en la cotidianidad de la creación de video. De acuerdo a la revisión IA en las industrias creativas, elaborado por Natheera Anantrasirichai y David Bull en 2021, cada vez más profesionistas de industrias relacionadas al video han adoptado la IA como un aliado para impulsar a la creatividad humana. Por ello la importancia de la mejora en este rubro.
La innovación en la IA no sólo se ha limitado a los creadores de contenido, sino también tiene incidencia en los fanáticos. Gracias a las herramientas potencializadas con IA, ¡cada vez audiencias más diversas pueden disfrutar de un mismo tema! Esto permite que más personas accedan a todo tipo de información sin que el idioma sea una barrera, a la par que los creadores de contenido se aproximan a nuevos mercados alrededor del mundo. Ese alcance es capitalizado a través de herramientas como fan funding, en las cuales los fanáticos realizan donaciones a sus creadores favoritos. Esa estrategia es emocionante porque brinda mayor diversidad de opiniones al sinfín de temas que los creadores de contenido abordan.
No es la tecnología, es el uso que le damos lo que la hace relevante. Seguridad, eficiencia, con altos estándares científicos, pero sobre todo, socialmente benéfica, son algunos de los principios que deben de acompañar tanto al uso, como el diseño de tecnologías impulsadas por IA, herramientas que bien usadas nos ayudan a profundizar vínculos con comunidades que comparten los mismos intereses que nosotros, o incluso, a crear nuevos mundos que pensábamos imposibles, entre una infinidad de posibilidades más. Hoy, la IA ya nos ayuda a soñar. Soñemos con integrarla de manera responsable.
