A Lupita Hernández Hernández
Dos poetas y dos trovadores acompañan al bardo zacatecano que solo vivió 33 años, entre Jerez, Aguascalientes, San Luis Potosí, Venado, San Luis Potosí, Ciudad de México “Y un amor imposible”, como lo escribiera Gabriel Zaid.
Se apunta en las redes: “Ramón Modesto López Velarde Berumen (Jerez de García Salinas, Zacatecas, nació el 15 de junio de 1888, hace 134 años, y falleció en la Ciudad de México, el 19 de junio de 1921, hace 101 años). Más conocido como Ramón López Velarde, fue un poeta y funcionario mexicano del movimiento modernista. En México alcanzó una gran fama y llegó a ser apodado como “El poeta nacional” (Zaid, G., “Deslinde”. 167. Año de 1986).
Escribe el poeta hidrocálido de México, Roberto Arizmendi Rodríguez: “Para no sentirme ya más amordazado/salí a recorrer jardines/entre luna y estrellas/Noctámbulo empedernido/Buscador de palabras/entre Neruda y Vallejo/para aprender la vida”, (XI). Por su parte, el poeta almanseño de España, Rafael Quílez Sánchez, nos entrega: “Misivas de quietud tan insolente señuelo/alicorto en su danza sin faroles/al viés del deseo que viajó furtivo/dando a varas en suspense neurasténico tal vez)/Artesanal andamiaje que ilustras/la necedad del suspiro por toda pregunta/Para alcanzar al fin el claro aviso del equívoco/entre los elegidos (¡Salud!). (‘Víspera del Agua’)”.
Por su parte, el trovador defeño, Óscar Chávez, nos entrega su canto-poesía: “Por ti / Yo dejé de pensar en el mar/Por ti/Yo dejé de fijarme en el cielo/Por ti/ Me ha dado por llorar como el mar/Me he puesto a sollozar como el cielo/Me ha dado por llorar./Por ti/La ternura se niega conmigo/Por ti/La amargura me sigue y la sigo/Por ti/Me estoy volviendo loco de celos/Se vuelven contra mí mis anhelos/Se vuelven contra mí/Por ti/La vida se me ha vuelto un infierno/Por ti/
Estoy muerto de amor tan enfermo/Por ti/Se han vuelto llaga el sol y el dolor/Se han vuelto mal la flor y el amor/Se ha vuelto mal la flor,/Por ti/El mar es la locura del cielo./Por ti/El llanto es una llaga de celos/Por ti/El dolor es el sol sin la flor/ El infierno es amor tan eterno/El infierno es amor./Por ti”.
Y el trovador barcelonés, Joan Manuel Serrat, nos dedica su poesía-canto: “Ella me quiso tanto.../Y aún sigo enamorado./Juntos atravesamos/Una puerta cerrada/Ella, cómo os diría,/Era toda mi ocupación,/Cuando en la lumbre ardían/Sólo palabras de amor.../Palabras de amor sencillas y tiernas,/Que echamos al vuelo por primera vez./Apenas tuvimos tiempo de aprenderlas/Recién despertábamos de la niñez./Nos bastaban esas tres frases hechas/Que entonaba un trasnochado galán./Historias de amor, sueños de poetas,/A los quince años no se sabe más./Ella, dónde andará/Tal vez aún me recuerda./Un día se marchó/ Y jamás volví a verla./Pero cuando oscurece/Lejos se escucha una canción./Vieja música que acuna/Viejas palabras de amor.../Palabras de amor sencillas y tiernas /Que echamos al vuelo por primera vez./Apenas tuvimos tiempo de aprenderlas/Recién despertábamos de la niñez./Nos bastaban esas tres frases hechas/Que entonaba un trasnochado galán./De historias de amor, sueños de poetas,/A los quince años no se sabe más...”. (Continuará).
Víctor Bacre Parra