Jay Flores, el traficante independiente que se alió con 'El Chapo' y 'El Mayo' Zambada

El acercamiento de los hermanos Flores con Joaquín Guzmán Loera, uno de sus "ídolos" en la esfera criminal, se suscitó a raíz del secuestro de uno de ellos.

Margarito Flores conoció a El Chapo Guzmán, entonces uno de sus héroes, en la peor de las condiciones. El legendario líder del Cártel de Sinaloa había secuestrado a su hermano gemelo por una deuda millonaria y no planeaba dejarlo ir con vida. 

Pero la capacidad negociadora de Jay, como conocían a Flores, le permitió obtener una reunión de la cual salió con su hermano y un poderoso aliado.

Era 2005, los hermanos Flores habían tenido un revés en su negocio. Debían 10 millones de dólares en cocaína que habían comprado a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa.

"Mi hermano fue secuestrado por la policía judicial del estado de Nayarit y estuvo secuestrado por 23 días y así es como me pusieron directamente con El Chapo", cuenta Margarito Flores en exclusiva a MILENIO.
Una frase trillada reza: "Ten cuidado con lo que deseas, porque se te puede cumplir". 
Hermanos Flores. (Foto: Especial)
Un secuestro encontró a los hermanos Flores con "El Chapo". (Foto: Especial)

El primer o con un "ídolo"

Jay idolatraba desde hacía años a los líderes del cártel, como Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García.

"Yo siempre lo he mirado como cuando uno de niño tiene un ídolo, o quieres conocer a un jugador de un deporte; para mí era conocer narcos, y, claro, para mí era un gran día el pensar que estaba conociendo a alguien que en mi mundo, en el mundo de los narcos, era alguien buscado", relata Flores. 
"Conocer a El Chapo en ese tiempo era un orgullo para mí, pero al mismo tiempo era la realidad del negocio en el que estaba metido. Lo estaba conociendo en un tiempo que no estaba bien para mí, para mi familia. Él tenía a mi gemelo secuestrado. Al mismo tiempo era bueno y malo", agrega.

Margarito Flores recuerda que fue gracias a Alfredo Beltrán Leyva, con quien tenía o, que pudo tener una reunión con El Chapo Guzmán. 

"Al principio era muy firme, iba a los negocios, a lo que era, era serio. Pero ya con el tiempo y la relación nos empezó a conocer a mí y a mi hermano, empezamos una relación más común". 
"Siempre he dicho que era como si yo estuviera hablando con mi papá, pero al mismo tiempo era buena gente, humilde, y para mí era una persona de rancho, alguien con quien yo estaba más acostumbrado a estar cuando estaba en México".

Potencial para hacer negocios, clave para el fichaje

Pero Guzmán Loera también se llevó una sorpresa. Descubrió en los gemelos a unos negociadores natos. Ya tenían fama dentro del cártel como distribuidores de cocaína y, cuando estrecharon manos con El Chapo y El Mayo, los capos mexicanos descubrieron a dos hombres que siempre negociaban los precios de los cargamentos.

El siguiente paso era conocer a El Mayo Zambada. El líder del cártel pidió conocer a Margarito Flores, y un mes después, en 2005, se concretó.

Hermanos Flores. (Foto: Especial)
"El Chapo" descubrió en los hermanos Flores a buenos negociadores. (Foto: Especial)
"Para mí era más humilde que El Chapo, si los tuviéramos que comparar. Una persona más humilde, buena gente, sincero, muy fácil y simple. Me recuerda mucho a mi papá, le gustaba el campo, el ganado". 
"Era una persona muy buena gente, inteligente y simple. Si hablamos de personas, dos personas muy diferentes. El Chapo era más, se le notaba más que era un poco más agresivo en su forma de ser. El Mayo era más fácil para negociar, más abierto a oír las opiniones de otros, siempre estaba al servicio de acomodarse con uno como pudiera".

Flores asegura que entonces no había divisiones entre los dos capos. Estaban unidos, cada uno dirigía su propia organización, pero sin ningún puñal incrustado en la espalda del otro. 

Incluso recuerda que algunas veces viajó en persona desde Estados Unidos a México para observar personalmente los cargamentos de cocaína que solicitaría. 

Cerraban “contratos” de una a seis toneladas a la vez. Planeaban rutas, planes, precios, traslados y tiempos.

"Podía llegar a un rancho, ir a la sierra en un avión, llegar a un cerro y ser recibido por un ejército, y ser llevado a un lugar. A veces era en el campo, así, un lugar abierto en el campo, a veces podía ser un ranchito, un cuarto, algo mínimo". 
"Podíamos comer tacos de frijoles al vapor, algo sencillo, a veces podía ser una hacienda, algo típico, haciendas bonitas, de lujo. Podía ser una cochera donde no podías mirar que tenían varios carros, 20 o 30 carros blindados, con gente". 
"Y a veces podía ser un departamento en la Ciudad de México, algo muy sencillo, algo que ni te podías imaginar, sin ejército, sin escoltas, sin una persona. Podían tener a más personas como anillo de seguridad, pero tú nunca te podías imaginar".

Lo que nunca faltaba era la logística para los encuentros. Se planeaban con tiempo, se ponía una fecha y a Flores lo citaban en algún lugar donde lo iban a recoger. Después, a negociar. O a convivir.

Hermanos Flores que se aliaron con el narco. (Foto: Especial)
No había divisiones entre los dos capos, dice Jay Flores. (Foto: Especial)

"Toda la gente del negocio, los capos, siempre estaban viendo las noticias. Me acuerdo que siempre había periódicos en las casas, y siempre mirando las noticias". 
"Esos tiempos para mí eran como... grandes, cuando tus ídolos estaban contándote historias que tú pensabas que conocías y lo están diciendo de sus palabras y no eran como las habíamos oído entre medios"
"Si yo llegaba a una reunión, yo me iba a sentar a un lado de ellos, decía que quería estar a un lado de ellos para poder platicar, para poder negociar, o a lo que iba".

"Primera fila" los convirtió en informantes

Con El Mayo Zambada, Flores encontró además de un o, una especie de gurú en el mundo del narco. Hoy ese “maestro” espera en prisión su juicio en Estados Unidos por narcotráfico, como una de las figuras más grandes en el mundo del tráfico de drogas.

"Me acuerdo que me dijo 'ahorita que se puede, hay que echarle chingadazos, cuando hay rachas buenas hay que darle todo lo que da porque van a llegar los tiempos en que no va a haber y hay que aprovechar ahorita que sí'. Para mí, siendo negociante, me acuerdo que pensé 'los capos tienen tiempos malos'".
Hermanos Flores. (Foto: Especial)
Los hermanos Flores se han convertido en informantes. (Foto: Especial)

La cercanía de los gemelos con ambos capos fue lo que les dio la posibilidad de convertirse en informantes dentro del Cártel de Sinaloa, oportunidad que ninguno de los dos desaprovechó. Ahora son dos de las cartas fuertes de Washington contra la organización criminal. Jay se quedó sin ídolos.

Jay Flores, el traficante independiente que se alió con 'El Chapo' y 'El Mayo'



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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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