El 8 de agosto de 2024 se estrenó en plataformas digitales La Señora, un corrido dedicado a Emma Coronel Aispuro. El video musical, que roza el millón de vistas a ocho meses de su lanzamiento, tiene a la esposa de Joaquín El Chapo Guzmán como protagonista de su propia canción, interpretada por su amiga y abogada Mariel Colón.
Casi un siglo antes, en septiembre de 1931, se grabó el primer narcocorrido del que se tenga registro en la historia de México: El Pablote. Aunque este tema se enfoca en la historia de Pablo González, también incluye una mención a su esposa, Ignacia La Nacha Jasso, una importante traficante de Ciudad Juárez en aquella época.
A ambas canciones las separan 93 años de historia. ¿De qué manera han sido representadas las mujeres en los narcocorridos a lo largo de este tiempo? En MILENIO te compartimos los detalles.
Los estereotipos y el protagonismo de las mujeres en los narcocorridos
El narcocorrido de 1931 narra la muerte de Pablo González, un criminal de alto perfil en la frontera de Chihuahua con Texas apodado El Rey de la morfina. En las últimas estrofas recrea los ritos funerarios de este personaje y cómo La Nacha lo acompañó hasta su fallecimiento.

El domingo por la tarde
lo llevaron a enterrar.
Y La Nacha ante el cadáver,
¿cómo lo había de dejar?
Cuatro años más tarde se estrenó El corrido del hampa, interpretado por Flores y Durán, que ya no retrata a Ignacia Jasso sólo como doliente tras la muerte de su esposo, sino como una de las figuras más relevantes en el panorama criminal de Ciudad Juárez.
También La Nacha mentada
ha sido una hembra muy fina.
La ley no la ha desterrado,
siempre en Juárez se ha quedado
traficando la morfina.
Un análisis encabezado por David Pavón Cuéllar, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, señala que en los narcocorridos es común que las mujeres desempeñen "papeles que desbordan los marcos representativos tradicionales de la figura femenina en México".
Y aunque este género ha funcionado como una vía para reproducir las perspectivas machistas y sexistas que predominan en México, como lo advierte el sociólogo José Manuel Valenzuela Arce, "la mujer adquiere protagonismo en el narcocorrido".
"Ahora ellas son también protagonistas de corridos, definen situaciones, arriesgan sus vidas y realizan actividades de gran audacia", señala el autor del libro Jefe de jefes: corridos y narcocultura en México.
El artículo coescrito por Cuéllar señala que entre 1984 y 2012 el atributo que más destacaron los narcocorridos para dignificar a la figura femenina era la valentía. De forma paralela, en ese período hubo notorias modificaciones en el lenguaje con el que se hablaba de las mujeres en estos temas.

La y los autores del análisis exponen que el cambio de los apelativos "hembras" y "mujeres" a "morras" y "plebitas" es reflejo de "una profunda evolución ideológica en la que nos precipitamos desde un registro sentimental, amoroso y tierno, hasta uno sensual, violento, gozoso e interesado".
Desde una óptica similar, Valenzuela Arce apunta que en los corridos alusivos al narcotráfico prevalecen diversos estereotipos de la figura femenina: "la mujer trofeo, la sacrificada, la sacrificable, la mujer compañía, la valiente, la jefa, la traidora, y la cruel".
Los roles "positivos" de las mujeres en los narcocorridos
Canciones como La Señora, que habla de Emma Coronel, presentan a las mujeres no desde la cosificación, sino desde un rol que "transgrede los espacios masculinos", según considera el sociólogo en su obra.
"Las más prestigiadas marcas la quieren tener de socia, les va a ser algo difícil y no es que sea batallosa, ¿qué le interesa la luz del sol cuando ya de ella goza", versa la canción al presentar a Coronel Aispuro como una empresaria dispuesta a darle un giro a su vida tras el tiempo que permaneció en prisión.
Otro ejemplo de esto, mencionado en el libro Jefe de jefes, es el narcocorrido Pollitas de cuenta, con el que Grupo Exterminador narra la historia de Guadalupe y María, dos mujeres de Michoacán que asumen el papel de sicarias y asesinan a un grupo de agentes policiales.
"Saca las metralletas, Lupe, porque ahorita van a volar pelos. Estos federales traen boletos de lotería", es el diálogo que se escucha al inicio del tema, a manera de dramatización.
Eran vecinas de un pueblo
llamado Villa Madero
y no quisieron ser pobres
pues les gustaba el dinero.
Se metieron a la mafia,
por no conocer el miedo.
En estas narrativas, las mujeres que aparecen como jefas —valientes y capaces de afrontar situaciones difíciles— escalan en el organigrama del "narcomundo" a través de experiencias como el asesinato y "compiten en crueldad con los varones", detalla el sociólogo.
La voces femeninas del regional mexicano
En México, Jenni Rivera, recordada como La Diva de la Banda, es la artista femenina de mayor reconocimiento dentro de la música regional. En una de sus canciones más famosas, Reina de reinas, evidenciaba su intención por engrandecer el papel de las mujeres. "y también las mujeres pueden".
Durante los últimos años, han surgido nuevos proyectos de corridos encabezados por mujeres que plantean narrativas distintas a las que predominan en la escena.
En su canción Pronto me verán, Itzel Vida se presenta como una mujer audaz y con iniciativa. "No me echaré pa' tras, pues yo quiero avanzar, sigo aquí de pie y si me he perdido eso no volverá a pasar", advierte en el coro.
Por otro lado, Ivonne Galaz tiene temas como Empoderada, en el que cuenta la historia de una mujer independiente, que "de nadie se deja", "no necesita de un cabrón para sentirse amada" y "se viste así nomás porque le da la gana".
BM.