A fin de establecer límites claros a la difusión de mensajes que promuevan la violencia o el crimen organizado, el gobierno de Jalisco presentó ante el Congreso del estado una iniciativa de reforma legal que obligaría a los municipios a prohibir, mediante sus reglamentos, la apología del delito en eventos, espectáculos públicos y establecimientos comerciales.
La propuesta, impulsada por el secretario general de Gobierno, Salvador Zamora Zamora, da cumplimiento a una instrucción directa del gobernador Pablo Lemus, luego de que en el concierto de Los Alegres del Barranco se proyectaran imágenes que glorificaban al crimen organizado. El escándalo desató una ola de críticas y reabrió el debate sobre los límites de la libertad de expresión frente a la promoción de la violencia.
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¿Qué dijo Salvador Zamora sobre la propuesta?
“La iniciativa no es censura, ni busca coartar la libertad de expresión. Es una regulación clara con valores éticos en el sentido estrictamente público. Estamos a favor de la libertad de expresión, pero no de quienes hagan aplausos del crimen, del delito o fomenten la violencia”, puntualizó Zamora durante su intervención ante los legisladores locales.
La reforma plantea adicionar tres párrafos al artículo 37, fracción II, de la Ley del Gobierno y la istración Pública Municipal del Estado de Jalisco, con el objetivo de que los gobiernos municipales incorporen en sus reglamentos la prohibición expresa de contenidos que inciten a la violencia o hagan apología del delito. Esta restricción aplicaría en espectáculos públicos, servicios de entretenimiento y establecimientos como bares, discotecas o centros nocturnos.
Uno de los elementos centrales de la propuesta es que artistas, promotores y organizadores deberán firmar una carta compromiso en la que se obliguen a no fomentar ni reproducir mensajes relacionados con la criminalidad. Esta firma será un requisito obligatorio para obtener los permisos correspondientes.
En caso de que se incumpla esta medida, los ayuntamientos estarán facultados para imponer sanciones istrativas o económicas. Además, si se presume la comisión de un delito, deberán dar aviso al Ministerio Público, lo que podría derivar en consecuencias penales.
La propuesta también contempla a los titulares de licencias de funcionamiento en giros como discotecas y antros, quienes deberán abstenerse de reproducir música o contenidos que incurran en la glorificación del crimen organizado. La idea, subrayó el funcionario, no es ir contra ningún género musical ni censurar expresiones culturales, sino contra los mensajes que, de manera explícita o implícita, promueven la impunidad como una forma de vida deseable.
¡En Jalisco decimos fuerte y claro: la violencia no se aplaude!
— Salvador Zamora (@SalvadorZamoraZ) April 11, 2025
En representación del gobernador @PabloLemusN, entregué en el @LegislativoJal la iniciativa que prohíbe la apología del delito en espectáculos públicos.
Queremos evitar que desde un escenario se glorifique al… pic.twitter.com/xQL7K7cLux
“Lo que promueve esta iniciativa es que la reglamentación municipal prohíba las licencias para grupos que fomenten este tipo de acciones. Que sancione istrativamente y que le haga saber al Ministerio Público si hay comisión de algún delito”, explicó Zamora.
¿Qué harán los municipios?
Además de las reformas propuestas, el gobierno estatal ha instruido a los municipios a revisar sus reglamentos y lineamientos sobre espectáculos públicos para detectar vacíos legales que permitan la promoción de este tipo de mensajes. La intención, de acuerdo con autoridades, es construir un frente común entre estado y municipios para erradicar simbologías del crimen que hoy circulan con total impunidad en conciertos, redes sociales, publicidad e incluso en productos comerciales.
El endurecimiento de estas medidas ocurre en un contexto nacional donde los llamados narcocorridos, videoclips con armas largas, y espectáculos que ensalzan la figura del narco han ganado terreno en la cultura popular. Mientras algunos sectores los defienden como una forma de expresión artística, otros —como el gobierno de Jalisco— advierten que esa normalización contribuye a un entorno de violencia, especialmente entre jóvenes que crecen con referentes de poder construidos desde la ilegalidad.
“Ya lo dijo con mucha claridad el gobernador: aquí nadie se lava las manos. Se va a dar seguimiento puntual a esto que, a la vista de todos los mexicanos y los jaliscienses, fue con toda claridad una expresión de fomento al crimen y la violencia. Eso no se puede permitir”, concluyó el secretario general
SRN
