“Muchas gracias al señor Nemesio Oseguera Cervantes, a su hijo El 02, a su hijo El 03 y al comandante Delta 1 por colocar de nuevo una sonrisa y damos las gracias por estos regalos”, se escucha mencionar por un micrófono a un hombre en un video que comenzó a circular en redes sociales en vísperas de Navidad.
En las imágenes se logra apreciar a una multitud reunida en una plaza de Coalcomán, Michoacán, quienes entre el bullicio reciben los obsequios explícitamente atribuidos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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El video generó gran controversia entre la opinión pública ante la posibilidad de que el gobierno municipal estuviera al tanto de la situación. Adicionalmente, la grabación volvió a avivar una vieja pero común práctica del crimen organizado en México.
Claudia Sheinbaum y los regalos del CJNG en Coalcomán
Días después de que la comunidad michoacana recibió los obsequios del cártel de las cuatro letras, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue cuestionada respecto a los hechos durante su tradicional conferencia matutina.
La mandataria condenó el hecho de que se hiciera apología a la violencia y a un grupo delictivo en un acto público en el que, se presume, se vieron involucrados funcionarios del gobierno municipal.
Con dichos precedentes, la lideresa del Ejecutivo confirmó que se inició una investigación para esclarecer si Anavel Ávila Castrejón, edil de Coalcomán, sostiene algún tipo de nexo con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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“Se está haciendo una investigación de la presidenta municipal, si tiene nexos o no con este grupo delictivo o por qué se presentó esta lona. Siempre hay que hacer investigaciones, no puede uno juzgar de inmediato, uno no es juez”, puntualizó Claudia Sheinbaum.
Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán, también condenó la situación e, incluso, instó a la edil abanderada por Movimiento Ciudadano (MC) a separarse de sus funciones mientras la Fiscalía General de la República (FGR) investiga su probable vinculación la organización delictiva que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
Si bien serán las autoridades las que confirmen o descarten la presunta infiltración del cártel de las cuatro letras en el gobierno de Coalcomán, lo cierto es que con o sin apoyo de funcionarios públicos, diversos grupos del crimen organizado en México suelen recurrir a la entrega de regalos o despensas para acercarse a la sociedad civil.
Ya sea en situaciones vulnerables como en desastres naturales o en festividades como las decembrinas, el Día del Niño o de Reyes Magos, habitantes de comunidades en donde tienen presencia los grupos del crimen organizado suelen recibir la inusual visita de sus integrantes, quienes les hacen llegar los obsequios a nombre de sus jefes o líderes.
Aunque recientemente fue el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Coalcomán, la acción no es exclusiva de dicha organización delictiva ni de la zona sino que es una estrategia utilizada desde años atrás por el crimen organizado cuyo objetivo va más allá de una ayuda desinteresada.
La falsa beneficencia
Las acaudaladas ganancias que el tráfico de drogas deja a grupos criminales en México les permite a sus integrantes financiar obsequios para comunidades enteras e, incluso, proyectos aún más ambiciosos como la construcción de iglesias, escuelas u hospitales.
Múltiples son los ejemplos de cómo organizaciones como el Cártel de Sinaloa o el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se jactan de “ayudar” al pueblo con acciones que, al menos momentáneamente, desdibujan su faceta como violentos criminales por una de “justicieros sociales”.
El efecto de dichas acciones encabezadas por grupos criminales suelen generar cierta simpatía con ellos, un factor que les favorece al responder a la verdadero objetivo: legitimar su presencia entre la sociedad civil.
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En un análisis que el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) realizó sobre el papel del crimen organizado durante la pandemia de Covid-19 se expone que la supuestas ayudas responden a motivaciones que van desde la disputa del control territorial a la conformación de una base social de apoyo y el posicionamiento de una marca.
"Diversos estudios académicos sobre el crimen organizado han documentado la infiltración de los grupos criminales en los gobiernos y economías locales, buscando así generar control sobre la población civil, la actividad económica y la vida política de las comunidades", se lee en el artículo académico del CIDE.
La provisión de bienes y servicios forman parte de las herramientas con las que la delincuencia organizada busca ejercer ese control sobre la población civil, no obstante, dicho objetivo también suelen buscarlo a través de la violencia con actividades delictivas como la desaparición forzada o la extorsión.
Tal y como explicó en entrevista con MILENIO el Doctor en Sociología, Luis Astorga, las supuestas ayudas hacen creer a la sociedad que los grupos delictivos están de su lado cuando en realidad el papel que las y los ciudadanos juegan se asemeja más al de ser rehenes.
Pese a ello, los supuestos “apoyos” de grupos criminales suelen ser bien recibidas por las comunidades cuya confianza en las autoridades legítimas se desvanece aún más por el falso benefactor que, mientras provee, también destruye con la violencia que siembra: el crimen organizado.
ATJ
