Un Tribunal Federal ordenó a Petróleos Mexicanos (Pemex) reinstalar a un empleado y pagarle los salarios adeudados desde el día de su despido, tras comprobarse que solicitó apoyo de la empresa y no se le otorgó cuando sufrió depresión, lo que lo llevó al alcoholismo y drogadicción, situación que repercutió en sus labores.
El Tercer Tribunal Laboral Federal de Asuntos Individuales en Zapopan, Jalisco, dictó una sentencia que ordena dejar sin efectos todo lo actuado en el acta de investigación sindical y, por ende, la rescisión laboral por constituir un despido injustificado.
- Te recomendamos Sheinbaum descarta despidos en Pemex; incrementarán reservas de petróleo Negocios
Ahora, Pemex deberá reinstalar a la persona despedida en el mismo puesto y condiciones de trabajo que venía desempeñando, en términos del párrafo relativo a “alcoholismo y drogadicción” de la cláusula 99 del contrato colectivo de trabajo entre Petróleos y el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana vigente.
Dicha cláusula establece que:
“Se proporcionará la atención a los trabajadores enfermos alcohólicos y/o adictos a drogas, con enfoque netamente preventivo y de rehabilitación, a través de los servicios de psiquiatría del patrón y a juicio de éste, se canalizarán para tratamiento residencial o ambulatorio a instituciones especializadas de reconocido prestigio; otorgándoles para el tratamiento residencial un permiso especial por el lapso que el médico del patrón determine, con goce de salario y prestaciones, este beneficio se otorgará por única vez”.
El juez determinó que el trabajador en activo y con el goce de todos los derechos laborales, solicitó al Sindicato y directamente a la parte patronal, apoyo para recibir atención médica para tratar sus adicciones, aunque no fue atendida de manera favorable.
La negativa, explica la resolución, vulneró derechos laborales, cuyas condiciones de trabajo le permitían recibir la atención.
Trabajador de Pemex sufrió depresión y estuvo internado
De acuerdo con el expediente, el trabajador de Pemex al encontrarse en proceso de divorcio y al hacerse cargo de sus tres hijos menores de edad, sufrió depresión, situación que lo llevó a consumir alcohol y drogas, lo que repercutió en su desempeño, ocasionando que acumulara cuatro faltas de forma injustificada en un mes.
Durante la investigación sindical, los familiares y el sindicato hicieron del conocimiento a la parte patronal, entre otras cuestiones, que el empleado se encontraba en rehabilitación por problemas de alcoholismo y drogadicción, y solicitó se aplicara la cláusula 99 del contrato colectivo de trabajo.
Sin embargo, Pemex argumentó que el trabajador faltó a sus labores cuatro días en un mes sin dar razón.
A lo largo del juicio, el trabajador estuvo internado en centros de rehabilitación para alcohólicos y drogadictos.
El juez consideró que existieron violaciones al procedimiento istrativo que trascendieron al resultado del fallo de rescisión, ya que el trabajador nunca fue asistido por una persona profesional del derecho; se violó su derecho a una defensa adecuada, además, de que a Pemex se le solicitó oportunamente la aplicación de la cláusula 99 y que su solicitud fue desechada.
Ante esta situación, se condenó Pemex a la reinstalación, en el entendido de que se le deberá pagar su salario íntegro desde la fecha del despido injustificado, hasta que sea rehabilitado por completo y reinstalado en su empleo ordinario.
HAGU
