El internet permite conocer lo que ocurre en otras partes del mundo, desde noticias hasta la moda, la música o el arte. Gracias a esto, los poblanos pueden encontrar coincidencias con jóvenes en Corea. Un ejemplo de ello es el k-pop, que se popularizó con la llegada masiva de YouTube a los hogares.
Los grupos coreanos han desplazado a las clásicas boy bands, y ahora los jóvenes imitan los pasos de baile de artistas cuyo lenguaje puede resultar complicado, pero que genera una gran fascinación. Tanto en las calles como en instituciones educativas, como en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), se imparten clases de pop coreano.
- Te recomendamos Trabajan en el rescate de la "Capilla Enterrada"; lugar con historia en Zapotitlán Salinas, Puebla Comunidad
Disciplina y exigencia
Jesús Mora, instructor en la Upaep, explicó que una de las características de este baile es que se basa en las coreografías de los grupos musicales de este género, pero con un grado de complejidad que requiere entrenamiento y disciplina, incluso mayor al que se veía en los grupos de pop de los años 90 y 2000.
“Estas coreografías de k-pop tienen una complejidad mucho mayor a la que se veía en los 90. Por lo tanto, hay una forma de enseñanza y también una técnica específica, ya que la mayoría de las coreografías coreanas están enfocadas en la parte urbana. No es solamente pop, sino que también incluye hip-hop”.
Trabajo en equipo
Zedna Yamile, quien se considera k-poper, refiere que el baile es un trabajo en equipo en el que todos pueden destacar.
“Usualmente, en las coreografías se notan mucho las posiciones e incluso hay solos, pero en el baile, el trabajo en equipo y el vínculo entre los integrantes hacen que la coreografía se potencie. Eso es lo que más me gusta, porque cada uno puede destacar en algún momento de la canción”.
El k-pop no se reduce solo al baile; también es una forma de relación social y comunicación entre los jóvenes. Zedna Yamile, suele participar en actividades relacionadas con la cultura coreana.
“Muchas de las personas que pertenecemos a la comunidad de fans compartimos contenido en nuestras redes sociales y seguimos a otras personas con los mismos intereses. Últimamente, algunas emprendedoras que también son fans organizan eventos dedicados a un grupo o, en general, al k-pop. Hay bazares y varios eventos a los que podemos asistir si nos gusta esta música”.
Discriminación
Aunque se trata de una cuestión de gustos, los discursos radicales en redes sociales han llevado a algunas personas a agredir a quienes participan en estas actividades. Un caso reciente es el de Fátima Z., quien se encuentra hospitalizada tras caer del tercer piso de su escuela. Su familia ha denunciado que se trató de un acto de bullying, motivado por su gusto por el pop coreano. Zedna Yamile también ha vivido este tipo de discriminación.
“En lo personal, en algún momento me llegó a pasar. No a tal grado, pero todavía hay algunos estigmas o estereotipos contra quienes disfrutamos este tipo de música. No considero que esté bien. Cada quien es libre de interesarse en lo que quiera”.
Jesús Mora, instructor de baile en la Upaep, hizo un llamado a la tolerancia, pues la discriminación y el acoso que pueden sufrir las personas a las que les gusta el k-pop no afectan a nadie y se pueden extender a cualquier hombre que disfrute de la danza, como fue su caso.
AAC
