Tiempo de calidad, aunque las horas sean limitadas… es el secreto de Deisy Ocañas Salazar para lograr el balance perfecto entre su rol de madre y elemento operativo de Protección Civil de Nuevo León.
Su hijo, Eduardo, se ha convertido en el motivo para desarrollar su profesión siempre con cuidado, para volver a verle.
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“Pienso que en mi casa me esperan. También, pues, entro con miedo, ¿sabes? Y creo que eso es bueno, porque el miedo es lo que nos mantiene vivos”, dijo.
Ella es rescatista y técnico en urgencias médicas, lo mismo se le puede ver realizando rescates con su equipo de cuerdas en montaña o combatiendo incendios en la sierra, además de los cientos de servicios comunes que brinda la corporación. Tiene nueve años de experiencia en ese medio y su hijo, Eduardo, tiene ocho de vida, así que desde que nació está familiarizado con la rutina de su madre.
“Fíjate que a veces también me lo pregunto, no sé cómo me parto en varios. Buscando istrar el tiempo, dedicando tiempo de calidad también. Tal vez no se pueda mucho en cantidad, por los horarios, pero sí de calidad”, dijo.
La rutina laboral de Deisy es de turnos de 24 horas seguidas por 48 horas de descanso, iniciando a las 08:00. Diariamente viaja desde Montemorelos hasta Monterrey, un trayecto de aproximadamente una hora que comienza a las 05:00 para evitar el tráfico.
Pero su sacrificio es compensado cuando Eduardo le confiesa su orgullo al verla en la televisión realizando un rescate.
nrm