Sobrevivientes del hotel “Progreso”, cuya parte del inmueble se derrumbó el pasado 5 de octubre, claman apoyo al haber perdido las pertenencias que ahí tenían, mismas que quedaron sepultadas bajo los escombros, sin poder rescatarlas.
Ana Elizabeth Gómez Padilla, vivía sola en el hotel y perdió toda su ropa y documentos personales; narró la forma en que sucedieron los hechos y parada sobre la banqueta de la calle Pedro J. Méndez, señala hacia arriba, donde recuerda que esa madrugada ahí dormía y de pronto vino lo inesperado, al caer parte de la fachada del antiguo hotel que se localiza frente a las instalaciones del nuevo mercado municipal de Tampico.
En el lugar refiere que había alrededor de 12 personas, quienes ahora han tenido que buscar un lugar donde pasar la noche al no contar con más familiares; algunos cuentan con oficios que desempeñan durante el día y a este lugar únicamente acudían para dormir.
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“Muchos utilizaban ese hotel como bodega, pero sí teníamos muchas cosas, en lo personal perdí todo, de momento me estoy quedando con una amiga en la colonia Morelos; al momento del derrumbe éramos doce personas, prácticamente perdieron todo y cada quien se fue a donde se pudiera acomodar, necesitamos apoyo, perdí mi ropa, documentación, muebles y lo poco que teníamos”.
Refieren que al paso de los días nadie les ha brindado ayuda y lo único que pide es que la apoyen con ropa o zapatos que ya no usen y le brinden la oportunidad para trabajar.
“Fui al DIF pero me dijeron que tenía que esperar, pero hasta donde sé ni la dueña se ha presentado para responder por este accidente; yo lo único que pido que me apoyen con algún trabajo para poder comprar ropa, prácticamente me quedé sin nada, mí número es 833 38366 19”.
Visiblemente consternada por lo que pasó, recorre la zona aledaña al Hotel ‘Progreso’, donde existe un acordonamiento con cintas amarillas y rojas que alertan del riesgo que aun existe al poder derrumbarse más tramos de la antigua estructura.
En el sitio también permanecen en guardia elementos del cuerpo de Bomberos, quienes recomiendan a la gente que no se acerque demasiado, ante el riesgo de que ocurra otro derrumbe.
Las doce personas que ahí tenían su hogar y que pagaban 50 pesos diarios de hospedaje para pasar la noche, ahora se fueron a vivir a otros sitios, gradeciendo estar con vida y que esa madrugada no hubo víctimas mortales tras el deslizamiento de una pared y el techado tras las fuertes lluvias que horas antes se registraron.
Se espera que el resto del hotel sea demolido para que no prevalezca el temor de otro accidente y afecte a quienes laboran en los alrededores o transitan a diario por el lugar.
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SJHN
