Esta tarde, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) declaró culpable al Estado mexicano por la desaparición forzada, en 1999, de Antonio González Méndez, indígena maya ch’ol e integrante de las bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
El tribunal reconoció las graves violaciones a los derechos humanos sufridas tanto por su familia y su esposa, Zonia López Juárez, como sus hijos, Ana, Magdalena, Elma Talía y Gerardo González López.
“México vulneró, en perjuicio del señor González Méndez, los derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal y a la libertad de asociación”, indicó la Corte.
De igual manera señaló que la desaparición de González Méndez fue producto de la acción de grupos paramilitares, como el denominado Paz y Justicia, que operaron con apoyo y tolerancia del Estado mexicano.
“Hay señalamientos que indican que la última persona con la que tuvo o tenía vínculos con dicha agrupación. Con base en estos y otros elementos, la Corte determinó la responsabilidad estatal por la desaparición”, sentenció.
Además, la comitiva determinó que la desaparición fue una clara violación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
En consecuencia, ordenó al Estado mexicano tomar una serie de medidas de reparación, incluyendo la continuación de las investigaciones sobre la desaparición de González, la implementación de un programa permanente de formación sobre la investigación de desapariciones forzadas para agentes del Estado en Chiapas, y la creación de un registro actualizado de personas desaparecidas.
Antonio González Mendez fue desaparecido el 18 de enero de 1999, en Sabanilla, Chiapas, y de acuerdo con el fallo, sucedió en un marco del contexto de violencia que se vivía en el estado de Chiapas, la cual se intensificó a partir de 1994, con el alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
ARR