Una nueva tecnología de radiofrecuencia en la que se utiliza un catéter flexible de 1.8 milímetros, evita que aquellos pacientes con hipertensión arterial de difícil control, resistentes a la diversidad de intervenciones terapéuticas farmacológicas, sufran de ataques cardio y cerebrovascular, infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia renal terminal que derivan en discapacidad o bien muerte súbita.
Se trata de un nuevo sistema de denervación renal, un procedimiento mínimamente invasivo, que se realiza con catéter que utiliza radiofrecuencia y que, como explicaron Alejandro Ricalde, cardiólogo intervencionista del Centro Médico ABC y Joel Dorantes García, coordinador de Cardiología Intervencionista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, reduce hasta un 20 por ciento que la hipertensión arterial siga dañando órganos vitales, o bien que el paciente se la pasen en unidades de terapia intensiva y muera.
En la presentación, los expertos explicaron que ese catéter de 1.8 milímetros se introduce, justo en los pacientes candidatos, por la arteria de una de las piernas hasta llegar a la pared de las arterias que están dañando el o los riñones, para inactivarlas de manera homogénea a través de radiofrecuencia que produce calor.
El procedimiento tarda en promedio de media a una hora, dependiendo del paciente. No sustituye los fármacos ni tampoco es curativo. Se aplica en aquellos pacientes que no han logrado, con tres fármacos, incluido un diurético, la meta terapéutica de reducir la hipertensión alta, es decir, la que se mantiene por encima de niveles de 130/90 miligramos de mercurio, lo cual pone en peligro su calidad y su propia vida.
“El catéter de ablación permite la inactivación homogénea y completa de los nervios renales tras la aplicación de energía por radiofrecuencia para tratar hipertensión arterial de difícil control”.
¿Por qué el riñón? “La hipertensión no es un problema del corazón, es un problema de todo el cuerpo. La presión arterial es la fuerza con la va la sangre y la lleva a todo el organismo. Esto involucra el cerebro, los ojos, los riñones, las piernas y los brazos. Todos los órganos del cuerpo son irrigados por las arterias”, explicó Alejandro Ricalde, cardiólogo intervencionista del Centro Médico ABC.
“Entonces los riñones, no es que ahí se dé solamente la presión arterial. Es un sistema nervioso conectado con todo, con el cerebro y los riñones, y cerca de las arterias que llevan sangre, es decir, de los vasos sanguíneos están estos nervios que están involucrados en el desarrollo y en el mantenimiento de la presión arterial, ¿cómo lo hace?, el riñón es el responsable de modificar el volumen de líquido que hay en el cuerpo. Si no sirve el riñón, la persona se empieza a hinchar porque no puede eliminar la orina, el líquido del cuerpo, y no sólo eso, el riñón también está involucrado en liberar hormonas, en retener o modificar la contención de sal, que es el sodio en el organismo y que retiene líquidos en las arterias. Entonces está involucrado en la regulación arterial”, añadió Ricalde.
El catéter, abundó, entra por punción por la pierna donde se encuentran múltiples arterias -esas vías conectadas con todo el organismo- y, al hacerlo, localizan mediante sistema de contraste las arterias afectadas de los riñones. “Ahí, digamos, se expande el catéter, toca la pared de las arterias, de los vasos sanguíneos, y entregamos esta energía, a manera de radiofrecuencia que produce calor.
“Una vez que la terapia se aplica, el catéter se quita, no dejamos nada en el cuerpo”, añadió tras explicar que, antes, los catéteres utilizados, se orientaban por procedimientos médicos no homogéneos. Había mucha variación por la destreza del médico y anatomía del paciente. Ahora, este nuevo catéter es auto expandible, es decir, una vez que entramos a la arteria de riñón no deja de expandirse hasta que entre en o con la pared de la arteria (que está dañando y causando hipertensión y todos sus cuadrantes, logrando mejores resultados”, aseveró.
Luego de aclarar que el calor usado en esta radiofrecuencia en absoluta es encender fuego, sólo significa lanzar energía para reducir toda esa grasa que envuelve la arteria que es donde están los nervios, Dorantes García, coordinador de Cardiología Intervencionista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, comentó que en México, de acuerdo con la ENSANUT 2022, el 47.8 por ciento de los adultos sufren de hipertensión arterial, convirtiéndose en la primera causa de muerte y discapacidad en el país.
En México, hay más de 27 millones de personas que padecen hipertensión y, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, apenas 1 de cada 5 adultos están debidamente controlados.
Esta terapia, dijo, solo estaría contraindicada en caso de una malformación rara o con insuficiencia renal severa, por lo demás, puede aplicarse a todos los pacientes resistentes a las terapias tradicionales, incluyendo dietas y lograr bajar de peso. “10 por ciento es muchísima gente a nivel mundial y esos son los candidatos ideales para este tipo de terapia.
“Logramos llevarlos a una buena meta o reducimos desenlaces fatales, que se dañen, como decimos los médicos, órgano blanco, es decir, los órganos más importantes de nuestro cuerpo como son el cerebro, el riñón, las grandes arterias que se van a ir dañando si las presiones se mantienen en niveles altas”, detalló el especialista.
Un aspecto importante en estos pacientes resistentes a las terapias es que, de acuerdo con los estudios, “se logra una reducción de muerte que va del 10 al 20 por ciento” y a ellos se suma que, con los tratamientos convencionales, se reducen 2 milímetros de mercurio, con la intervención se han visto reducciones de 13 milímetros de mercurio.
“Por cada 2 mmHg que nosotros disminuimos de manera permanente a un paciente, le llevamos un beneficio muy importante en cada uno de sus órganos”, aseveró.
Una presión normal y sana en una persona es de 120/80 milímetros de mercurio, pero se considera alta cuando se ubica en 120/139 mmHg, y ya es hipertensión cuando logra rangos de 140/90 mmHg.
En la presentación del dispositivo de nuevo desarrollo, de acuerdo con Héctor Orellana, director general para Latinoamérica Norte de Medtronic, y Ricardo Téllez, cardiólogo de Metronic, se comentó que el dispositivo para efectuar el sistema de denervación renal está aprobado por la FDA y la Cofepris en México como una respuesta al hecho de que la hipertensión arterial es la principal causa de muerte a nivel mundial, ya que provoca 10.8 millones de fallecimientos al año. Se encuentra en hospitales públicos y privados dicha tecnología.
LG