Hisashi Ouchi fue una víctima de un accidente nuclear en Japón que sufrió una exposición masiva a la radiación. Durante 83 días, su agonía se convirtió en uno de los casos médicos más extremos de la historia.

En 1999, en la planta de Tokaimura, tuvo lugar un incidente que dejó una marca indeleble en la historia médica y ética. Hisashi Ouchi, un técnico de planta, quedó expuesto a una dosis masiva de radiación durante un grave accidente.

Las imágenes muestran piezas de la planta nuclear derretidas, así como restos de combustible para el reactor.

En los rincones más remotos de nuestro planeta, la radiactividad se esconde dejando una marca indeleble en la tierra. Estos lugares, envueltos en peligro y enigma, despiertan la curiosidad y el temor de quienes se aventuran a explorar sus confines.

Desde el inicio de la invasión a Ucrania desde hace casi un año, ningún ataque de este tipo se ha materializado.

El gobierno de Yoshihide Suga tomó la decisión tras la alerta sobre la acumulación del agua radioactiva; China y Corea del Sur ya se mostraron contra la decisión.

Distintos informes posteriores al accidente de Fukushima coinciden en que es necesario un seguimiento de hasta 20 o 30 años para extraer conclusiones más fiables sobre los efectos de la radiación en los japoneses.

Se ha creado una mala percepción de la energía nuclear debido a los accidentes sucedidos en el pasado, sin embargo, la información no se ha dado de manera veraz y precisa.

El presidente de Ucrania, Vladimir Zelenky, firmó un decreto para crear un "corredor verde" destinado al turismo y a la ciencia.

El éxito de la serie de HBO sobre la catástrofe nuclear ocurrida en la ex Unión Soviética ha provocado una estampida de turistas y los subsecuentes autorretratos que trivializan la tragedia de hace 33 años.