Dos microsismos volvieron a sacudir a la Ciudad de México, el primero de 3.2 , el segundo con una magnitud de 2.4. Ambos con epicentro en la alcaldía Álvaro Obregón y con menos de dos minutos de diferencia.
El evento fue experimentado como un déjà vu de lo vivido en la capital solo dos días antes, cuando la mañana de este 12 de diciembre el Valle de México experimentó algo parecido a tres “jalones” intensos originados bajo tierra.
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Así, la CDMX ha estado en alerta en menos de una semana por un total de cinco microsismos. Tanto el martes como el jueves, los movimientos llegaron de manera sorpresiva y sin dar tiempo a la alarma sísmica de emitir advertencia alguna.
Todos oscilaron entre los 3 y 2 de magnitud y ocurrieron con solo unos minutos de diferencia, además cuatro de ellos tuvieron un mismo epicentro.
¿Por qué pasa?
De acuerdo con Alejandro Salazar Méndez, geólogo y divulgador científico egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), resulta “relativamente normal” que se presenten microsismos en un periodo muy corto de tiempo. Esto en parte se debe a las fallas geológicas que los originan.
De acuerdo con la Red Sismológica Nacional de Costa Rica, una falla se pueden definir como una “fractura” en la corteza terrestre a lo largo de la cual se mueven bloques rocosos.
Se registran una serie de microsismos en el sur poniente de la #CDMX.
— Alejandro S. Méndez ⚒️ (@asalmendez) December 12, 2023
Todo apunta al sistema de fallas locales de la Álvaro Obreron, recordemos que estas fallas han tenido una serie de actividades constantes los últimos años. Esperaremos el reporte del SSN. https://t.co/WRiLwhQOU7
Estas pueden generar un temblor cuando las fuerzas terrestres actúan sobre la zona de la falla provocando que los bloques rocosos que se ubican a ambos lados de ella se desplacen a paso lento y forzado. Con la fricción se acumula mucha energía que, al llegar a cierto punto de tensión, se libera (como un efecto rebote) generando ondas sísmicas que se ven reflejadas en temblores.
Dado que las fallas son una “serie de estructuras interconectadas” al presentarse un movimiento se desata una especie de “efecto cascada” o reacción en cadena que puede generar más de un microsismo en breve periodo de tiempo.
“Cuando un sismo ocurre puede generar una pequeña reacción en cadena, en donde el bloque de roca trata de encontrar un punto de equilibrio”, explica el experto desde su cuenta de X (antes Twitter).
¿Sismos fuertes y microsismos?
De acuerdo con investigaciones realizadas por los geólogos Luis Antonio Vargas y Salazar Méndez, existe la posibilidad de que los enjambres de microsismos estén conectados con sismos intensos registrados en otros puntos del país.
Por ejemplo, los tres presentados este 12 de diciembre podrían estar relacionados con el temblor de magnitud 5.7 que se registró el pasado 7 de diciembre.
“Hemos visto una serie de patrones interesantes en la cantidad de microsismos registrados en la CDMX después de sismos intensos”, asegura Alejandro.
Sin embargo, aún faltan muchas investigaciones y recopilar mayor información para poder comprobar la relación que por ahora se mantiene como una hipótesis.
“Se necesitan más estaciones sismológicas en la zona, así como perforaciones y análisis en la zona de falla. El origen de los sismos son multivariables y se debe de hacer muchos más análisis, así como un estudio de las estructuras que afloran en la región”, concluye el experto.
¿Estos microsismos fueron más intensos comparados con otros que experimentado la CDMX este 2023">
LHM