¿Qué pasa al siguiente día en el que se experimenta la pérdida de un ser querido? ¿Cómo se aborda el duelo? ¿Cuál es el tiempo idóneo? En esos y otros cuestionamientos abunda la puesta en escena El día después, obra escrita y protagonizada por Juana María Muñoz y que se presenta todos los viernes de mayo en el Centro Cultural El Hormiguero.
La compañía Yutlani Teatro, en punto de las 20:00 horas, lleva al escenario una historia que parte “de una experiencia personal, porque hace un año perdí a mi padre y, a raíz de ir trabajando con la tanatóloga, de ir creando estas escrituras con el fin de sanar, empezamos a dar forma a esos escritos para crear esta narraturgia, después una dramaturgia para irle dando forma y crear este proyecto”, cuenta Juana María Muñoz.
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A pesar de ello, “la obra habla de la pérdida de un ser querido a quien sea que venga de una pérdida, de cualquier pérdida de un ser amado”. Sobre cómo se va desarrollando la historia, la dramaturga detalla que en escena solo está ella, la mujer en duelo, pero que con el apoyo del teatro de sombras y papel figura la representación de una tanatóloga.
“Entre ellas se mantiene un diálogo de las diferentes etapas del duelo y sale un titiritero. Este teatro de papel plasma las imágenes que están dentro de la cabeza de esta mujer en duelo. Escribir esta historia fue un proceso de sanación, de poder estar ahí y de entender qué es este proceso, de vivirlo de esta manera y con el solo hecho de escribirlo es enfrentarlo e irlo sanando para llevarlo a escena. Es una comunión de sanación”.
Salud mental sin estigmas
Juana María Muñoz menciona el caso de Simone Biles, la gimnasta que dio prioridad a su salud mental y se retiró momentáneamente de las competencias deportivas: “Es necesario desestigmatizar el cuidado de la salud mental. Debemos hablar de la necesidad de acercarse con profesionales de este campo, concebir el duelo sin minimizarlo, sin llevarlo en silencio o en soledad”.
—¿Se sigue estigmatizando la pérdida y el duelo?
Sí, de hecho algo que planteamos en la obra es precisamente la visibilización del duelo, y nos dimos cuenta de cómo este no es aceptado socialmente. Pensamos que durante el funeral o esos dos o cinco días que te dan en el trabajo es lo permitido en el duelo, pero después de eso la gente quiere verte reír o te preguntan si sigues llorando o estás triste, que le eches ganas.
La dramaturga y actriz dice que nos colocamos las diferentes máscaras que nos tenemos que poner para funcionar socialmente: “Esa máscara para sonreír e irme a trabajar, esa máscara para sonreír e irme a la reunión que tengo. No está socialmente aceptado el sentir dolor por una pérdida y por eso es necesario seguir visibilizando y poder acceder a un profesional que nos ayude con la salud mental. A veces ni siquiera el doliente identifica el duelo, cómo va a pasar, cuánto tiempo, y ahí se queda estancado. Cada duelo es personal porque nadie lo vive de igual manera”.
El día después se presenta todos los viernes de mayo en el Centro Cultural El Hormiguero, a las 20:00 horas.
PCL