Kristen Stewart, reconocida mundialmente por su papel en la saga 'Crepúsculo', debutó como directora esta semana en el Festival de Cannes con 'The Chronology of Water', una adaptación valiente y cruda de las memorias de la nadadora y escritora estadunidense Lidia Yuknavitch.
La cinta, que aborda temas como el abuso, la identidad y el deseo, ha generado elogios de la crítica especializada y ha abierto un espacio para el diálogo profundo sobre la experiencia femenina.
- Te recomendamos Adria Arjona deslumbra en Cannes junto a Jason Momoa con amor y estilo Espectáculos
Kristen Stewart retrata la crudeza de ser mujer en 'The Chronology of Water'
Con un enfoque experimental y poético, la película se construye como un collage visual que refleja la turbulenta vida de Yuknavitch, quien sobrevivió a abusos en su infancia y halló en la escritura una vía de escape y sanación. "
"Simplemente nunca había leído un libro así, que grita para ser una película, que necesita ser una cosa viva”, expresó Stewart en una entrevista con AFP.
Para Stewart, llevar esta historia al cine no fue una tarea sencilla. Confesó que luchó durante años por lograr que el proyecto viera la luz, enfrentándose a la falta de interés de productores que consideraban el tema “realmente poco atractivo”.
A pesar de su fama, la actriz reconoce que no se siente parte del sistema tradicional de Hollywood: “No me considero parte de la industria del entretenimiento”.
Más allá del arte cinematográfico, Stewart usó esta oportunidad para hablar con franqueza sobre la condición femenina. “Ser mujer es una experiencia realmente violenta”, afirmó.
“Incluso si no tienes la clase de experiencia extrema que mostramos en la película o que Lidia soportó y de la que escapó maravillosamente”.
Para ella, ser mujer implica vivir en un cuerpo constantemente juzgado y limitado. “No necesito haber sido abusada por mi padre para entender lo que es que te quiten algo, que te silencien la voz y que no confíes en ti misma”, añadió.
La actriz, quien también escribió el guion, dejó claro que no había paralelismos entre su vida y la de Yuknavitch, pero reconoció que muchas mujeres podrían sentirse identificadas.
“Soy un cuerpo femenino que lleva caminando desde hace 35 años. Mira alrededor, el mundo en el que vivimos… Creo que esta película resuena con cualquiera que esté abierto y sangrando, que es el 50% de la población”.
En lugar de interpretarse a sí misma, Stewart eligió a la actriz británica Imogen Poots para el papel protagónico, a quien elogió como “la mejor actriz de nuestra generación… tan exuberante, tan hermosa y se ha abierto en canal en esta película”.
La cinta también cuenta con la participación de Earl Cave, hijo del cantante Nick Cave, como el primer esposo de Yuknavitch, y de Kim Gordon, integrante de Sonic Youth, en el papel de una dominadora sadomasoquista.
Para Stewart, la obra de Yuknavitch es un testimonio poderoso sobre lo que el arte puede hacer tras haber sufrido violencia: “El libro medita sobre lo que el arte puede hacer por ti después de que la gente le hace cosas a tu cuerpo—la violación y el robo del deseo. Lo cual es una experiencia muy femenina”.
Conmovida e inspirada, Stewart concluyó: “No estoy siendo dramática, pero como mujeres somos secretos andantes… Solo las historias que nos contamos a nosotras mismas nos mantienen vivas”.
Después de este exitoso estreno como directora, Stewart se muestra entusiasmada por el futuro: “Estoy impaciente para hacer diez películas más”.
Su nueva faceta como cineasta apunta a seguir explorando las complejidades de la identidad, el dolor, el deseo y la resiliencia femenina.
Con información de AFP.
A.G.
