En 2018, Sebastián Treviño decidió irse a vivir a Nueva York, primero para estudiar actuación, y luego para encontrar alguna oportunidad como actor. Poco a poco ha logrado posicionarse y recientemente estrenó la obra Kowalski, donde ha puesto en alto el nombre de su natal Monterrey, y ha demostrado el gran talento de los actores latinos. En entrevista con MILENIO, habló sobre este nuevo logro.
“Da la casualidad de que el teatro está en Times Square, dentro del circuito conocido como Off-Broadway y, aunque la capacidad de público es menor, de todas formas, yo me siento en Broadway… Hace un año me hice parte del Sindicato de Actores de Teatro, y ahí tienes a toda la información de los castings; así me enteré de esta obra”, nos comentó.
Desde que conoció el perfil de su personaje, decretó que era para él y, cuando llegó a la primera prueba, puso todo su empeño para conseguirlo. “Venía con la energía de que el papel ya era mío. Hice la escena dos veces y luego de unos días recibí un correo donde ya tenía una segunda audición, y me presenté. Ese día estaba el director, los productores, y a las dos semanas me dieron la noticia de que me había quedado”, relató.

“He hecho muchos musicales en mi carrera y esto es distinto, porque es una obra de texto, algo totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. En comparación con un musical, donde el elenco es grande, aquí somos cinco personas en escena, por lo que ha sido una experiencia más íntima. Además, nos llevamos muy bien, ha sido una convivencia muy familiar, y eso ha hecho que sea un proyecto muy especial”, aseguró.
Sebastián lleva siete años viviendo en Estados Unidos y espera lograr quedarse más tiempo, porque, según nos dice, aparte de que ha sido una gran experiencia para su vida profesional, le ha brindado un crecimiento para interpretar otros personajes.
“Al principio, claro que sentía el choque cultural. Pensaba que con el inglés que hablaba era suficiente, pero luego me di cuenta de que debía acostumbrarme, entre otras cosas, a la forma de funcionar de la industria en el tema de las audiciones y otros aspectos que nadie te dice. Fue un gran aprendizaje y me ayudó mucho, primero, llegar a tomar clases de actuación en el AMDA. Ahí estuve un año y medio tomando un taller de teatro musical”, explicó.

Estos estudios lo hicieron bajar su ego y darse cuenta de que tenía mucho por aprender. “De todo se aprende y para aplicarlo había que empezar nuevamente de cero, pues todo siempre te deja algo nuevo, y ahora eso lo agradezco”, declaró el actor, originario de Monterrey, Nuevo León, quien debutó en la versión mexicana del musical Wicked (2013), junto a Danna Paola y Cecilia de la Cueva. Sebastián también ha participado en montajes de gran formato como Bule Bule: El Show (2014), El Hombre de la Mancha (2016) y Rent (2017), además de proyectos para televisión, como La hija pródiga y Tres milagros.
La obra y sus personajes
Trata del primer encuentro que tuvieron el dramaturgo Tennessee Williams y el actor Marlon Brando, cuando se conocieron, en 1946, justo antes de comenzar los preparativos para el montaje de Un tranvía llamado deseo. Cabe recordar que este clásico del teatro norteamericano fue dirigido por Elia Kazan y protagonizado por Marlon Brando y Jessica Tandy. La producción ganó entonces dos Premios Tony y el Premio a la Mejor obra del New York Drama Critics Circle, además del Premio Pulitzer, en 1948, para Williams.

Tres años más tarde, Kazan volvió a dirigir a Brando en la versión cinematográfica, que ahora estelarizó junto a Vivien Leigh y Kim Hunter, y por la que el actor fue nominado a un premio Oscar, gracias a su brillante interpretación de Stanley Kowalski. De ahí el nombre de esta nueva puesta en escena de Broadway, protagonizada por Brandon Flynn (13 Reasons Why, Ratched) y Robin Lord Taylor (Gotham, El efecto Mandela), interpretando a Marlon Brando y Tennesse Williams, respectivamente.
CST