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Tortuga lora desova en playa Miramar; un espectáculo para turistas y locales

El recorrido es todo un espectáculo, la gente mira muy de cerca para irar la belleza de la especie en peligro de extinción.

Las olas del mar están intranquilas, llegan con fuerza pero se debilitan una vez tocando la fina arena que caracteriza a playa de Miramar de Ciudad Madero.

Niños, jóvenes y adultos, disfrutan su estancia en este importante destino turístico de Tamaulipas. No es un día soleado pero hay calor que invita a la convivencia, a caminar, a correr, a platicar en familia, algunos se bañan a no más de cinco metros dentro del mar por seguridad.

Mientras las fuertes olas generadas por la entrada de un evento norte se rompen en la orilla, la gente voltea hacia un solo lugar, otros corren al punto para poder apreciar a un amigo especial. Es una gran tortuga lora que llega a playa Miramar para desovar.

La gente se aremolina, no se quieren perder esta oportunidad que la propia naturaleza y el universo les da.

"Qué pasó allá, mira, la gente está corriendo, qué será", dice una joven mujer mientras detiene una sombrilla que el viento quiere arrancar.

Temporada de desove inició en abril 

El arribo de tortugas lora a playa Miramar, inició desde el pasado mes de abril y siguen llegando aunque en menor cantidad.

El recorrido es todo un espectáculo, la gente mira muy de cerca para irar la belleza de la especie en peligro de extinción que presenta una combinación de colores entre blanco, amarillo y café, con matices grises verdosos y negros.

Su andar es lento, carga un caparazón de unos 90 centímetros y un peso total de 38 kilogramos por eso apoya sus aletas con fuerza sobre la tierra.

"Abran pasó por favor, abran pasó", dice un representante del campo tortuguero mientras baja corriendo de la cuatrimoto. "Diez metros para atrás, no se pongan frente a ella porque se va a regresar", dice con desespero pues la gente parece no acatar.

Así desova una Tortuga Lora en Playa Miramar 

La tortuga hace una pequeña pausa, descansa un poco, visualiza el lugar y continúa su andar mientras la gente le sigue acompañando en su camino; un salvavidas invita a la gente que descansa bajo la sombra de las palapas para que quiten sus sillas y darle espacio al animal. Con sus patas traseras empieza a cavar un gran hueco y empieza a desovar.

Han pasado 37 minutos y con la misión cumplida la Lora empieza el camino de regreso con la esperanza de ver a sus 85 crías nadar junto a ella entre las olas del mar.




DAPD 

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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