Con una propuesta gastronómica, en la que complacer a los comensales con una diversidad de platillos --que van desde clásicos mexicanos hasta propuestas de todo el mundo-- es el objetivo; Bistro Heritage ha abierto sus puertas para sumarse a la experiencia de lujo y confort del hotel Grand Marquis.

Una vez que el nervio pasa, tras cortar –acompañado de su familia– el listón inaugural del nuevo restaurante, José Kalach, director y fundador del hotel Marquis, se da tiempo para compartir a MILENIO el reto que experimenta con la apertura de su nueva propuesta gastronómica.
“Siempre hemos querido ofrecer lo mejor de México y lo mejor del Marquis, por eso ahora hemos preparado esta propuesta, en la que combinamos la comida mexicana con la comida del mundo”, dijo el ejecutivo.

Aunque aclaró que lo mejor de la nueva experiencia “es la cercanía que tendremos con los comensales, les vamos a preparar desde una salsa mexicana hasta un cóctel en su mesa, la idea es consentirlos al máximo”.
Con una experiencia de más de tres décadas al frente del hotel, Kalach destacó que el reto siempre es reunir calidad, cantidad y costo para brindar experiencias inolvidables que hagan regresar a la gente.

“Siempre se manejan las famosas tres ´c´, calidad, costo y cantidad, porque cuando logras el equilibrio entre esas tres cosas; es decir tienes un buen precio, una calidad garantizada y una buena cantidad, la gente lo valora. Y si aunado a eso pones un buen ambiente, música, un dj, un saxofonista o un cantante pues estás creciendo y diferenciando tu propuesta, por lo que si bien afuera hay muchas opciones, tú estás provocando que se queden contigo y además vuelvan porque das experiencias 360”.
Al hablar del origen del concepto que se sirve en Bistro Heritage, Kalach dio crédito al chef Josue Rodríguez, jefe de Alimentos y Bebidas del Hotel.

“Josue tiene una experiencia increíble, así que conoce perfectamente qué funciona y que no en un restaurante, además del servicio que, en nuestro caso, siempre ha sido básico para el éxito que tenemos. Pues la filosofía siempre ha sido hacer sentir bien a nuestros visitante o huésped en todo momento, porque de nada sirve que tengas unas instalaciones muy bonitas si no te esfuerzas por hacer sentir bien al cliente”, dijo el anfitrión de la velada, en la que se sirvieron algunos bocadillos que forman parte de su propuesta, mientras un saxofonista ponía ambiente a la fiesta.
AJR