Previo a la votación del Cónclave, encuentro importante para elegir al sucesor del Papa Francisco, el cardenal italiano Pietro Parolin, quien encabezó el encuentro de los cardenales para elegir al sucesor del Papa Francisco, llevó a cabo un juramento especial al igual que el resto de los integrantes previo al proceso de elección.
En MILENIO te contamos más sobre el significado de su juramento, el cual se realiza antes de iniciar la votación para conocer quién será el nuevo Papa.
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¿Por qué hacen juramento los cardenales?
Los 133 cardenales que participarán en el cónclave posan su mano sobre la primera página del Evangelio (Biblia), según San Mateo, para jurar fidelidad y cuidar el secreto de todo lo que se realizará en el encierro del cónclave.

Los cardenales prometen y juran uno por uno respetar y cuidar el proceso que realizarán a partir de hoy . El pronunciamiento se hacen en latín.
¿Qué dice el juramento?
"Et ego N., Cardinalis N.,
spondeo, voveo ac iuro.
Sic me Deus adiuvet
et hæc Sancta Dei Evangelia,
quæ manu mea tango".
"Y yo, N., cardenal N.,
prometo, me obligo y juro.
Así Dios me ayude
y estos santos Evangelios de Dios,
que toco con mi mano"
Desde hoy inicia el procedimiento para elegir al 267 pontífice de la Iglesia católica prestando juramento antes de que se cierren las puertas de la Capilla Sixtina y comience el cónclave, con la primera votación para designar al sucesor de Francisco esta misma tarde.
Previo al inicio del cónclave los cardenales deben jurar respeto y ser fieles al proceso.
¿Cuál es el significado de su promesa de los cardenales?
Los pupurados se comprometen a observar las reglas del cónclave y quien salga elegido "a cumplir la misión encomendada por Jesús al apóstol Pedro", así como a guardar "el secreto" sobre "todo lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio", entre otras cosas.
Tras la llegada de los cardenales en procesión desde la Capilla Paulina a la Sixtina, Pietro Parolin, secretario de Estado de Francisco y uno de los máximos favoritos para ser elegido, ha sido el encargado de leer el juramento en voz alta, y a continuación cada uno de los cardenales electores, con una mano sobre los Evangelios, renuevan el juramento.

Como el cardenal más antiguo de la Orden de los Obispos, Parolin sustituye en el rito al decano del colegio cardenalicio, Giovani Battista Re, que al ser mayor de 80 años no puede entrar en la Capilla Sixtina.
Luego, cada purpurado ocupa el asiento que le corresponde: los más cercanos al altar son los cardenales del orden de los obispos, luego los del orden de los presbíteros y luego los del orden de los diáconos.
La fórmula del juramento, que se hace en latín, dice:
“Todos y cada uno de nosotros Cardenales electores presentes en esta elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, emanada el 22 de febrero de 1996".
Y concluye: "Sobre todo, prometemos y juramos observar con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención con la cual autoridades seculares de cualquier orden o grado, o cualquier grupo de personas o individuos quisieran inmiscuirse en la elección del Romano Pontífice” .
Tras el juramento, todos los cardenales se encierran en el cónclave y están listos para empezar a votar.