El presidente de la Fed resiste la presión de Trump

FT MERCADOS

Jay Powell bajo fuego de la Casa Blanca, su batalla es por algo más que tasas de interés: es por la independencia del banco central.

Hace unos años, poco después de que Jay Powell fuera nombrado presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, lo vi sentado en una reunión de banqueros centrales. Parecía el matadito de la clase: mientras sus colegas chismorreaban despreocupadamente, Powell se sentaba en la primera fila, tomando notas diligentemente durante cada discurso.

¿La razón? Dado que Powell carecía del doctorado en economía o la cátedra de la que presumían predecesores como Ben Bernanke (su carrera anterior se centró en derecho y finanzas), estaba doblemente ansioso por “demostrar” sus credenciales. Por lo tanto, parecía particularmente ansioso por ser un buen del banco central, siempre consciente de cómo se le podría juzgar en los libros de historia financiera.

Donald Trump debería tomar nota. En los últimos días, el presidente estadunidense ha criticado en repetidas ocasiones a Powell por su supuesta renuencia a flexibilizar la política monetaria, calificándolo de “Señor demasiado tarde” y “un gran perdedor” en redes sociales.

Un cínico podría interpretar esto como una exageración política. Después de todo, Trump necesitará a alguien a quien culpar si sus políticas arancelarias desencadenan una recesión, como parece probable, y Powell es un chivo expiatorio fácil en las redes sociales. Pero, exageración o no, los inversionistas están (y con razón) muy nerviosos: los precios del dólar, los bonos y las acciones se desplomaron al mismo tiempo, algo que es sumamente inusual.

Y más aún, dado que el ataque a la Fed aparentemente fue respaldado el viernes por Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional. Hassett es considerado uno de los asesores económicos más ortodoxos de Trump y anteriormente apoyó las políticas de la Fed.

La Casa Blanca. Foto. Shutterstock
La Casa Blanca. Foto. Shutterstock

Ante las fluctuaciones de los mercados, los inversionistas deberían considerar tres puntos. En primer lugar, es extremadamente improbable que Powell ceda, dadas sus características personales y su deseo de ser un diligente de la política monetaria. De hecho, espero plenamente que se esfuerce al máximo para completar su mandato como presidente de la Fed, que finaliza en 2026, y probablemente también su puesto en la junta de gobernadores, que finaliza en 2028.

En segundo lugar, los diferentes aspectos del mandato de la Fed tienen distintos niveles de defensa legal. El 20 de enero y el 18 de febrero de este año, la Casa Blanca emitió dos órdenes ejecutivas que parecen socavar el control del banco central sobre la regulación financiera.

La Fed todavía no impugna esto públicamente. Eso es para destacar. La razón podría ser que muchos abogados creen que se encuentra en un terreno jurídico inestable, o a que hay menos urgencia dado que ya existe cierto consenso entre la Casa Blanca y la Fed, por ejemplo, sobre la necesidad de reformar las reglas sobre las relaciones de apalancamiento bancario.

Sin embargo, esto también subraya otro punto: los funcionarios de la Fed creen que su máxima prioridad es defender su mandato en materia de política monetaria a toda costa. Y aquí, a diferencia de lo que ocurre con la regulación financiera, los abogados de la Fed creen que tienen una base muy sólida.

él dice

“Trump necesitará a alguien a quien culpar

Si sus políticas arancelarias desencadenan una recesión… Y Powell es un chivo expiatorio fácil en las redes sociales” .

Una razón es que existe una sentencia judicial de la década de 1930 que parece proteger la independencia de la agencia. Y aunque esto actualmente se pone a prueba, la Constitución también otorga al Congreso –no al presidente– la autoridad para “acuñar moneda”. El Congreso delegó esta facultad a la Reserva Federal. Por lo tanto, como señaló recientemente Powell, “nuestra independencia es una cuestión de derecho”.

En tercer lugar, incluso si la Suprema Corte vulnera la confianza de Powell, sabe que los inversionistas –y la mayoría de los políticos estadunidenses– respaldan la independencia del banco central. Además, los acontecimientos recientes sugieren que Scott Bessent, secretario del Tesoro, no quiere que se disparen los rendimientos de los bonos.

Esto no garantiza que Trump no convierta su exageración melodramática en acción; después de todo, es voluble. Pero sí significa que la postura desafiante de Powell contará con el respaldo de la junta directiva de la Fed en general, lo que significa que Trump no se enfrenta a un solo hombre.

Cabe esperar que esto siga su curso, especialmente si se desata la estanflación, lo que, por supuesto, pondría los mercados de bonos en mayor peligro.  

GSC


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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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