La Casa Blanca dio marcha atrás, informó que se suspenden por 90 días la aplicación de los “aranceles recíprocos” anunciados el 2 de abril, pero no para China.
Para el país asiático, estos gravámenes subieron hasta 125 por ciento, lo que lo coloca como adversario del gobierno estadunidense.
"La guerra comercial es contra China"
En entrevista con Tania Díaz para MILENIO Televisión, Luis Gonzalí, vicepresidente y director de inversiones para Franklin Templeton México, explicó que Donald Trump ha enviado una señal "contundente" al mundo, la guerra comercial es contra China, el resto de los países pueden entender que son aranceles para negociar.
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Después del inesperado giro en la política comercial de Trump, las principales bolsas de valores de Estados Unidos como el Nasdaq y el S&P 500 cerraron la jornada con su mayor repunte desde 2008.
“El mercado ha entendido que esta guerra comercial no es con todos, sino principalmente contra China. Los aranceles hacia ese país no buscan negociación, buscan protección directa de la industria estadunidense”, sostuvo Gonzali.
“Muchos países pueden acordar tratos, que pueden ir desde comercial sin gravámenes, hasta la reducción de aranceles bajo temas como migración, seguridad fronteriza o tráfico de fentanilo, en el caso de México”, añadió.
En ese sentido, el directivo en Franklin Templeton apuntó que México podría considerar medidas defensivas en contra de China, como la imposición de aranceles específicos, para evitar que el comercio chino entre al país.
“Que no nos extrañe que en algún momento veamos a México poniéndole aranceles a China, quizás no del estilo de Estados Unidos, pero sí algún tipo de arancel, para evitar que el comercio chino se le cuelgue a Estados Unidos por la frontera sur”, alertó el ejecutivo.
En este contexto, la pausa en los aranceles mejora las expectativas en el corto plazo tanto para las industrias, y mercados, como para políticos, en donde se abre una ventana para acuerdos que podrían reactivar el dinamismo del comercio internacional.
“Trump utilizará estos 90 días para negociar en sus propios términos y, eventualmente, declarar una victoria. Para los negocios, eso puede traducirse en estabilidad, y probablemente veamos un regreso del mercado más abierto que el que tenemos hoy en día”, concluyó.
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KL
