Ser madre emprendedora “neni” es casi una obligación para muchas mujeres pues al no encontrar esquemas de empleo que se adapten a sus tiempos, tienen que encontrar formas para ganarse la vida y sacar a sus hijos adelante y el mundo apenas está tratando de entenderlas.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, en México existen 1.2 millones de nenis, la gran mayoría madres y generan ventas anuales por más de 80 mil millones de pesos.
Especialistas dicen que las redes sociales e internet son las únicas herramientas que se ajustan a sus tiempos, pero están encontrando también en otras instituciones apoyos que apenas están teniendo algún esquema que entienda como apoyarlas, pues sigue la confusión de que son realmente.
“La mayoría de los programas suelen ser neutrales en temas de género, principalmente en iniciativas de privados, ya hay algunos programas, sobretodo públicos, el gran problema de estos es que aún confunden un programa de índole social con uno de crecimiento económico”, expuso José Ernesto Amorós, académico especialista en emprendimiento por la EGADE Business School a MILENIO.
Explicó que el fenómeno de las llamadas “nenis”, que es el término con el que identifican a las mujeres emprendedoras que venden en redes sociales o plataformas digitales, se impulsó en la pandemia y creció gracias a ciertas tecnologías que les permite estar al pendiente de sus hijos y aparte generar ingresos, pero no llegan a la formalidad, algo que busca el gobierno.

Programas ¿Inclusivos?
Ya existen algunos programas de financiamiento en México específicos para las mujeres emprendedoras, no necesariamente nenis, con características que impulsan el desarrollo de sus negocios y tratan de llevarlos a la formalidad.
Uno es en la Ciudad de México y es el financiamiento para mujeres empresarias del Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México (Fondeso).

Da un monto mínimo de 100 mil pesos, y máximo de 500 mil, tiene una tasa de interés anual de 6 por ciento fija y un plazo para pagar de hasta 60 meses, con un periodo de 3 meses de gracia en pago de capital y una tasa moratoria de 9 por ciento anual.
Entre los requisitos para obtener el crédito es tomar un curso en materia empresarial el cual es coordinado por el propio Fondeso.
Otro es de nivel federal, se llama Mujeres Pymes, de la Secretaría de Economía.
Este promete un acompañamiento especializado para el fortalecimiento del negocio, tiene una tasa de interés de 9 a 9.9 por ciento anual fijo y con plazos de hasta 5 años, los préstamos van de los 50 mil a los 5 millones de pesos. Además, no necesitan aval, ni garantía hipotecaria.
Y después está Emprender Pro Mujer, que es de una organización social que promete dar acompañamiento en todos los niveles de desarrollo del emprendimiento, además de generar una comunidad entre empresarias con asesorías especializadas de forma virtual.
Informalidad, el resultado
La misma falta de apoyos reales que entiendan su esquema de vida es lo que mantiene a muchas nenis en la informalidad, a pesar de que el gobierno de México mostró interés por sumarlas a la formalidad.
“Independientemente del uso de la tecnología, desafortunadamente hay una tasa muy alta de informalidad, sobre todo en el emprendimiento femenino y eso causa barreras estructurales como la falta de financiamiento, ya que son negocios que suelen quedarse muy pequeños o al alero de la actividad del hogar”, dijo José Ernesto Amorós.
En el informe GEM 2024/2025 Global Report Entrepreneurship Reality Check, del Global Entrepreneurship Monitor, se señala que en el mundo hay la necesidad de deconstruir la percepción tradicional de un único perfil de emprendedor, ya que generalmente se entiende que una persona que emprende es joven, hombre, graduado; ya que esta no es la realidad y esas formas de pensar suelen ser un obstáculo que dificulta el desarrollo del apoyo empresarial para personas con diferentes necesidades y ambiciones.
Liliana Gómez Quiroz, académica de la Escuela de Negocios de la ITESO, explicó que el fenómeno de las “nenis” creció por las desigualdades laborales, ya que en un trabajo formal estas mujeres cuentan con poco tiempo para estar con sus hijos, deben de pagar una guardería, ya que son pocas las que cuentan con seguro social, por lo que tienen que reinventarse.
Pero en el emprendimiento también se enfrentan a desafíos como la búsqueda de un mercado, de un buen producto, entre otros.
Además, la académica también ve barreras por parte del gobierno y la iniciativa privada, pues tras la pandemia se cerraron varios proyectos para impulsar emprendedores y no todos los programas de financiamiento tienen cursos específicos que se ajusten a su realidad.
“A veces sacan muchos productos en el mercado que no se venden o no saben qué precios ponerle para que realmente puedan ser rentables, desde la universidad trabajó en proyectos con mujeres emprendedoras y vemos que ellas no se dan cuenta que compran sus insumos en lugares que son más caros y nos encontramos con que al final le ganan solo un peso o incluso pierden y no se dan cuenta, sería ideal que no solo se les dé el dinero, sino que se les enseñe a utilizarlo para realmente crezcan y sean una empresa que generen empleos”, afirmó.
De acuerdo con el estudio de GEM, las mujeres empresarias no tienen igualitario a los recursos esenciales para el éxito empresarial, pues en 49 por ciento de las economías globales las mujeres tienen limitado e insuficiente de recursos para obtener financiamiento para sus emprendimientos.
El gobierno aconseja…
A pesar de que especialistas insisten en que falta comprensión de las madres emprendedoras, sobre todo las nenis, instituciones de gobierno aconsejan a las mujeres que puedan seguir con sus emprendimientos en el país buscar capacitación en temas relacionados con marketing, operaciones o procesos de fabricación de productos, habilidades financieras y ventas, como si estás tuvieran mucho tiempo y recursos.
Hacer un estudio de mercado y armar un plan de negocio que permita saber si es viable o no, además de establecer metas realistas.
Hacer un presupuesto y si pedirán créditos revisar los requisitos, además de utilizar la tecnología para anunciar los productos.
AC