Una moderación en la inversión en maquinaria y en equipo, componente clave para la formación de capital y para el crecimiento a corto y a medio plazo, más los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, están ralentizando de manera significativa el crecimiento económico.
Ante este panorama, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 0.4 por ciento para este año y 1.1 por ciento para 2026, informó Alberto González Pandiella, jefe de la sección de México en el Departamento de Economía de la Organización.
En cuanto a la inflación, González Pandiella declaró en conferencia de prensa, que repuntó tanto la general como la subyacente hasta 3.9 por ciento, de acuerdo con los últimos datos de abril, ocasionado por la volatilidad de algunos precios de alimentos y también por algunos servicios que están asociados al turismo.
“Hacia adelante creemos que la moderación de las presiones inflacionarias va a continuar de manera gradual y eso va a permitir que se continúe con una reducción prudente de la tasa de política monetaria”, expresó.
“En el contexto actual de alta incertidumbre, altos aranceles, se vuelve aún más urgente para México abordar un reto pendiente que tiene, que es una productividad que muestra un crecimiento muy débil en las últimas tres décadas”, añadió.
Por lo anterior, resaltó que impulsar la productividad ayudaría a fomentar también la competitividad del país y a traer más inversión.
Prioridades para repuntar
Debido al panorama actual, Alberto González Pandiella destacó que México tiene tres prioridades que ayudarán a incrementar la actividad económica en el corto y en el medio plazo.
“Primero que la política fiscal puede desempeñar un papel grave también en el fortalecimiento de la productividad y en el fortalecimiento de la competitividad”, mencionó.
Detalló que para ello es fundamental que la necesaria consideración fiscal sea gradual y que se haga combinando un incremento de los ingresos y una mejora en la calidad del gasto.
Explicó que por el lado del gasto, un aspecto clave es que se prioricen aquellas partidas que tienen una contribución directa a la productividad, como puede ser la digitalización o la educación.
Mientras que en cuanto a los ingresos, observamos margen para mejorar la recaudación de algunos impuestos ya existentes, como es el impuesto predial.
De acuerdo con González Pandiella, la segunda prioridad para el país debe ser la educación.
“Implementar una red de educación temprana integral a nivel federal es una estrategia que tiene beneficios tanto a corto plazo como a mediano plazo; a corto plazo apoya a la participación laboral femenina”, comentó.
“Mientras que a medio plazo ayuda a que los resultados educativos de los niños sean más fuertes. También es necesario ampliar la educación vocacional, especialmente los programas de formación dual; es fundamental para aumentar la disponibilidad de habilidades técnicas”, agregó.
Por último, destacó que México cuenta con un “gran potencial” en las energías renovables.
“La forma de aprovecharlo es diseñar regulaciones que fomenten la participación privada en el área de energías renovables lo que ayudaría a atraer inversión y también impulsaría la competitividad del país”, concluyó.
Incertidumbre en Latinoamérica
En los últimos meses existe un contexto internacional mucho más complejo, sobre todo por una elevada incertidumbre económica mundial y un aumento significativo de la incertidumbre sobre las políticas comerciales, que no se habían alcanzado más que en épocas como, por ejemplo, la pandemia o la crisis financiera global, declaró Aida Caldera, jefa de división, departamento económico de la OCDE.
Destacó que lo anterior significa menor demanda externa, lo que pesa sobre las exportaciones de la región, condiciones financieras más restrictivas.
“Además, de una incertidumbre económica que hace más difícil atraer a la inversión en una época en la que en la región había perspectivas de atraerla sobre todo por el fenómeno del nearshoring”, dijo.
“También una situación que pone el énfasis de la necesidad y en la urgencia de avanzar en reformas que fortalezcan tanto la competitividad como que impulsen la inversión y reduzcan las vulnerabilidades a las que se enfrenta la región”, indicó.
Por lo anterior, para 2025 y el 2026, señaló que la OCDE prevé un crecimiento moderado, en torno al 2 por ciento en los siete países más grandes de la región: México, Perú, Colombia, Chile, Costa Rica, Argentina y Brasil.
“Esto es un poco de media por debajo de lo que esperábamos a finales del año pasado y sobre todo está por debajo de lo que vemos en otras economías emergentes”, finalizó.
MRA