Edgar Smolensky Kirschner, mejor conocido como Edy Smol, fue la sorpresa del equipo de precampaña de Clara Brugada, que busca convertirse en jefa de Gobierno de Ciudad de México.
La sorpresa fue para propios y extraños, pues los ahí presentes no lo habían visto en ninguna de las reuniones previas.
Antes de la presentación del domingo hubo un par de juntas, donde cada uno de los que participaría en esta etapa definió sus tareas y hasta hicieron ajustes. Nada se habló del trabajo que desempeñaría el gurú de la moda y experto en mercadotecnia.
Es más, su participación en el evento del domingo no estaba garantizada. Su silla se incluyó de última hora. Y junto con su silla, su “cargo”.
¿La ex panista Gabriela Cuevas y el senador César Cravioto no eran suficientes? Es verdad que no son los mejores voceros, pero ya se había acordado con ellos que entre los dos se repartirían la tarea.
Eso sí, Edy Smol está muy orgulloso de que su nombramiento dé mucho de qué hablar. En redes consideró “que la promoción salió a pedir de boca”. Promoción que hasta el cierre de esta columna él seguía preparando, pues no aceptó entrevistas hasta el jueves.
Y es que más que como vocero, Smol tiene experiencia conduciendo programas dedicados a la moda y como director comercial de compras en la división de moda de Sears, de Grupo Carso, puesto que utilizó para catapultar su fama, como seguro hará con su nuevo encargo. Ahora como vocero de precampaña, ¿hablará de Clara o hablará de él?. Quienes participan en esta etapa impulsando y ayudando a Brugada confían en que Alejandro Encinas, que coordinará al consejo asesor, pondrá orden en la distribución de tareas. Vaya que le tienen confianza, pues se trata del ex subsecretario de Gobernación que salió huyendo cuando no pudo dar los resultados que los padres de los 43 pedían: saber qué fue de sus hijos y dónde están; les dijo que los secuestraron, mataron y desaparecieron, algo muy parecido a la llamada verdad histórica, pero sin basurero de Cocula de por medio.
La tarea que ahora tendrá Encinas no se ve sencilla. No todos los asesores se conocen. No hablan entre sí. Es más, ni se caen bien y hasta se critican. Algunos aceptaron ayudar a la precandidata a definir un proyecto con el que le vaya mejor a CdMx. Otros, los políticos, vieron un trampolín para ocupar cargos en caso de que resulte triunfadora. Todos coincidieron en que fue una Clara sorpresa que entre ellos se incluyera a Edy Smol.