Seré breve: el viernes 23 de mayo tuve el gran honor de asistir a la develación de la placa de las 450 representaciones de “Peter Pan que sale mal”.
No tiene usted una idea de las carcajadas, del impacto positivo de este espectáculo en las niñas y en los niños ni de lo buena que estuvo la develación a cargo de Mariana Garza y María Perroni, madrinas de megalujo.
¿Qué parte de 450 representaciones quiere usted que le desmenuce? Son 450. ¡Muchísimas! ¡Muchisisísimas! ¿Cuántas obras conoce usted que triunfen de esta manera?
Con todo respeto, su familia tendría que estar muy mal como para no ir a vivir esta superproducción de instancias tan extraordinarias como Lemon Studios y Próspero Teatro.
Y más ahora que hay descuentos extraordinarios en consideración a que estamos en las últimas semanas.
Si lo suyo, como lo mío, es la diversión, ni lo piense. Vaya. Corra. Vuele. Hágale como pueda pero no se la pierda. Es como “La obra que sale mal” pero de “Peter Pan”.
Sigo sin asimilar el talento de todas esas actrices, de todos esos actores y todo lo que pasa en escena. No le voy a contar nada para no arruinarle la experiencia. Sólo le garantizo que reirá desde que entre a la sala. ¡Felicidades! Se presenta en el Foro Cultural Chapultepec.
RECOMENDACIÓN
Juro que lo que voy a decir es verdad: yo leo porque a mí, de niño, la televisión me enseñó a amar los libros.
¡En serio! Eran los años 70 y en los medios privados se hacían telenovelas donde la gente quería ser escritora, donde había escenas en las casas de los ricos en unos espacios maravillosos llamados bibliotecas que yo soñaba con conocer.
Y por el lado de los medios públicos, cuando no eran las cápsulas de Maruxa Vilalta en el viejo Canal 13 eran los programas de Juan José Arreola o la presencia permanente de las obras de Sor Juan Inés de la Cruz.
Todo eso me marcó. Para que luego vengan y me digan que la televisión es la caja idiota. Para que luego vengan y me digan que en las redes sociales todo es progreso y belleza.
¿Por qué le estoy contando esto? Porque Capital 21 estrenó hace algunas semanas un programa que me hizo vivir “mi momento Ratatouille” (“mi momento Proust” diríamos en el mundo de las letras).
Se llama “La guarida de los libros” y a mí me encantaría ser muy rico para comprarles a todos los que lo hacen un regalo porque es una aportación fabulosa.
Clara Brugada tiene que ser la Jefa de Gobierno más orgullosa del mundo por estar detrás de esto. Capital 21 es su canal y se ve en todo México, en todo el mundo, por YouTube.
¿Qué es “La guarida de los libros”? Un show de entretenimiento para niñas y niños tipo “El tesoro del saber”, tipo lo que hacía Andrés Bustamante al principio de su carrera en los años 80 (“Los cuentos del espejo”).
Las chiquitas y los chiquitos todo el tiempo están participando tratando de adivinar algo, hay canciones, colaboraciones internacionales e invitados especiales.
¿Cuál es la nota? Que mientras nuestras hijas y nuestros hijos se divierten, se enamoran de los libros. ¡Les dan ganas de leer!
Yo no sé cómo le hacen estos genios porque todas y todos sabemos que trabajan en “la austeridad republicana” pero el resultado al aire se ve lindo, fresco, cero intenso, cero arrogante.
Mil felicidades a Eréndira Guzmán, Susana Figueroa y Alejandro Camarena, sus magníficos (y simpatiquísimos) conductores. ¡Los amo! ¡Los amo! ¡Los amo! ¡Gracias por existir!
Luche con todas sus fuerzas por invitar a sus niñas y a sus niños a ver, y por ver usted también, “La guarida de los libros” en Capital 21. Pasa los martes a las 18:00. Repite los domingos por la mañana. Queda en YouTube. ¡Ya! ¡Búsquelo! Le va a gustar. De veras que sí.