La realidad de la elección judicial

La reforma judicial debió buscar a los mejores perfiles

Cuanta verdad encerraban las palabras del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Juan Luis González Alcántara, al señalar lo siguiente: “Estamos politizando los nombramientos. La ciudadanía va a elegir en las urnas, pero los candidatos van a pasar por un filtro político”.

La dura realidad sobre lo señalado por el ministro nos pegó, de frente, a todos los mexicanos; el régimen, para designar a los candidatos que aparecieron en las boletas electorales en la elección judicial, no conforme con realizar un sistema de filtros basado en propuestas de los poderes legislativo y ejecutivo y con la realización de tómbolas que, por cierto, es el método “democrático” preferido por Morena para socavar la democracia, utilizó un sistema de listas a manera de “acordeones” para impulsar a los candidatos de su interés.

Lo anterior es sumamente grave por la coincidencia entre los candidatos señalados en los acordeones y los resultados finales, salvo algunas sorpresas derivadas de trabajo de campaña que realizaron algunos de los candidatos participantes en esta elección, pero casi todos los candidatos impulsados por morena y sus gobiernos ganaron la elección.

Si bien es cierto que en democracia y, concretamente, en el sistema adoptado para la realización de esta elección bastaba con que una sola persona votara, también lo es que el altísimo abstencionismo que se presentó en la jornada electoral deja más que claro que la ciudadanía no estuvo interesada en esta elección, y bien puede darse la lectura de que, quienes se abstuvieron de votar, no están de acuerdo con la reforma judicial, cuando menos, en lo referente a la elección de jueces, magistrados y ministros.

La participación de apenas el trece por ciento del padrón electoral debería ser símbolo inequívoco y suficiente para considerar el estrepitoso fracaso de la elección judicial.

A esto debemos sumar la gran cantidad de votos nulos donde el porcentaje es muy alto, alrededor de un once por ciento de la votación obtenida, lo que también deja de manifiesto que, del total de ciudadanos que acudieron a votar, un porcentaje muy alto se manifestó en contra de la elección judicial a través de la anulación de su voto.

Dicen que en política la forma es fondo, dicho que es perfectamente aplicable a la elección judicial considerando que en una sociedad todos, absolutamente todos, participamos y hacemos política y el pasado 1 de junio, la sociedad se manifestó de manera enérgica con la opción de no participar o anular su voto.

El mensaje es fuerte, y quienes nos encontramos en los puestos de decisión política, principalmente quienes emanan de Morena, debemos escuchar este mensaje que viene de una sociedad inconforme con el curso de la reforma judicial.

La reforma judicial debió buscar que los mejores perfiles llegaran a los puestos de impartición de justicia y, al parecer, no será así en la mayoría de los casos, no en vano la OEA ha pedido a los estados americanos no replicar la elección judicial de México.


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Cristina Márquez Alcalá
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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