Nada fortuito resultó que en la Legislatura Federal -en su última sesión del primer periodo-, haya aprobado una reserva para eliminar del artículo 12 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales el párrafo que rezaba: “Los partidos políticos podrán postular candidatos bajo la figura de candidatura común. En este caso aparecerá en un mismo recuadro de la boleta electoral el logo o emblema de los partidos que decidan participar en esta modalidad. Los partidos deberán celebrar un convenio de distribución de los votos emitidos”, y 24 horas después, el pasado viernes, en el Estado de México el Partido Revolucionario Institucional (PRI) haya realizado su 125 sesión extraordinaria del consejo político estatal con la asistencia del dirigente nacional de ese partido, Alejandro Moreno Cárdenas, por cierto, diputado federal.
Y no es fortuito porque precisamente en esa sesión del Consejo Político del PRI mexiquense se anunció a matracazo batiente le decisión de integrar para la elección a gobernador, a efectuarse el próximo año 2023, precisamente una coalición electoral -o candidatura común- entre los partidos PAN, el mismo PRI y el de la Revolución Democrática; además de otros que llegaran a incorporarse.
El anuncio de tan abigarrada coalición entre esos partidos tan distantes -y hasta contrapuestos ideológicamente-, se explica ante el temor compartido de que en esa elección resultara triunfante el candidato o candidata del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), actualmente en el Poder de la Presidencia de la República, como todos sabemos.
Tal posibilidad les resultaría catastrófico a esos partidos, sobre todo al PRI, toda vez que significaría la pérdida de su prolongada hegemonía mantenida en la entidad por más de 70 años y al PAN la disminución drástica de su presencia nacional al ser cooptado por Morena el panismo mexiquense. También el PRI estatal representa el mayor activo electoral de ese partido en México. Es por ello que la coalición electoral PAN-PRI-PRD resulta la estrategia más trascendente de las oposiciones para acotar el peligroso crecimiento del morenismo en el país, habida cuenta de que su eventual triunfo en la entidad mexiquense le significaría, tácitamente, un nuevo triunfo electoral en la elección presidencial del año 2024.
Fabián Rodríguez