Sin duda alguna, uno de los partidos políticos más organizados y con la militancia más disciplinada del país es el Partido Verde Ecologista de México, quien ha hecho valer su peso electoral con o sin alianzas en los comicios locales, estatales y federales en los últimos años.
En cada elección en la que compite, su estructura partidista lo mantiene en los estándares legales para conservar su registro como instituto político y, por ende, goza de los beneficios económicos que ofrecen las prerrogativas y el poder de las diputaciones, alcaldías y regidurías de las que tiene presencia mínima.
El Verde Ecologista le atinó, desde hace décadas, en el discurso. Su target es obvio: mejorar el entorno ambiental, una preocupación intrínseca en la sociedad y muy vendible en la oferta electoral, pero se ha quedado muy lejos de lograr un cambio en la materia; por el contrario, al partido le persiguen videoescándalos de corrupción, venta de candidaturas, tráfico de influencias y hacer del instituto político un negocio familiar.
Su vida ha sido fácil, siempre se ha casado con el mejor postor: a finales de los noventas fue promotor de la alternancia en la presidencia al acompañar a Vicente Fox; en el Estado de México el maridaje con el PRI duró 14 años, desde el 2003 hasta 2017 fueron juntos de la mano en los comicios a alcaldes, diputados y los del gobernador de 2011 y 2017.
En 2018 y 2021 participaron solos y mejoraron sus números, indudablemente, duplicaron alcaldías y conservaron el registro, lo que les llevó a pensar que podrían hacer los mismo en la campaña a gobernador de este 2023; sin embargo hoy regresan a la misma estrategia, con Morena tienen garantizado su registro y sus beneficios.
Participa con Morena y PT bajo la figura legal de la candidatura común denominada “Juntos Haremos Historia en el Estado de México”, lo que se traduce en que se dividirán los votos obtenidos entre los tres. 55% para Morena, 25% al Verde y 20% al Partido del Trabajo.
Hoy el PRI y PAN acusan directamente al partido dirigido por José Couttolenc en el Estado de México de aliarse con la 4T simple y sencillamente la por transacción de votos, pues con esta fórmula obtendrán el doble de financiamiento para 2024, lo que está penalizado por la legislación electoral. Por ello, y en voz del representante blanquiazul ante el IEEM, Alfonso Bravo, “la ideología del Verde fue, es y será el dinero”.
En los comicios a gobernador en el Estado de México de este año, el PVEM pasará sin pena, gloria ni propuestas, pero ahora de la mano del partido del Presidente, con quien encuentra en su popularidad el camino a la permanencia.
Fabián Rodríguez
