Gil meditaba sin pausa mientras México, Canadá, China y el mundo reorganizaban sus fuerzas ante la embestida del Hombre Naranja. La presidenta Sheinbaum dijo: “es un asunto que va contra el país y que se debe de enfrentar en unidad”; informó además que invitó a todas las y los gobernadores, incluidos a los de oposición, a la concentración en el Zócalo de la ciudad el próximo domingo en donde detallará el plan tras la imposición del 25% de aranceles a productos mexicanos por parte de Estados Unidos.
A Gil le gusta detallar planes. En conferencia de prensa y a pregunta expresa, la mandataria (ya quedamos) señaló que independientemente de que se pudieran suspender los aranceles en la llamada que sostendrá este jueves con el presidente Donald Trump, es necesario reunirse con la población para informar sobre esta situación.
Dicen los que saben que Trump retirará los aranceles muy pronto, pero Gamés sabe también que los que saben, muchas veces no saben nada. Gil lo leyó en su periódico El Universal en una nota de Pedro Villa y Caña y Eduardo Dina: “En caso de que la llamada del jueves llegue a un acuerdo de suspender los aranceles, ¿la convocatoria al Zócalo se cancelaría?”, se le preguntó. “Vamos a ver cómo está. Yo creo que de todas maneras hay que reunirnos, hay que dar información. Es muy importante. Nosotros venimos de ahí, de la plaza publica, venimos de informar a la gente desde abajo (…) La mañanera del pueblo ayuda mucho, pero nosotros tenemos que informarle a la gente de esta situación, porque el gobierno, los gobiernos estatales, porque estamos invitando a los 31 gobernadores y a la jefa de Gobierno a este proceso de enfrentar esto en unidad, porque esto es un asunto más de un partido político, es un asunto que va contra el país”.
Ni quien lo dude, pero si la Presidenta cree que una plaza llena de acarreados servirá de algo contra los empujones del Hombre Naranja, está equivocada.
Carlos Alazraki
Gil tiene un problema, no muy grande, pero un problema al fin. Si hay alguien que considere que Carlos Alazraki es parte o representa a cierta oposición al oficialismo, se ha equivocado. No cuenten con Gilga. Carlos Alazraki no es del todo conceptual, por referirse así a la cantidad de sandeces que dice en su canal de YouTube. Se da vuelo don Alazraki y confunde el insulto con la crítica, la sonsera con una forma de pensar, no le pidamos peras al caldo, Alazraki nunca ha brillado por sus luces. Que siga en libertad y en todo su derecho, pero no le vengan a decir a Gil que Alazraki es la oposición.
A la larga te acostumbras
Gilga pensó esto: a la larga te acostumbras. Este asunto del arancel le ha dado la vuelta al mundo. El portal de la Deutsche Welle registra que hasta el último minuto, México trató de evitar lo peor y complacer las exigencias de Donald Trump. “Sheinbaum, cuya popularidad roza el 80 por ciento en encuestas, decidió también jugar la carta nacionalista, convocando a sus compatriotas a una manifestación el domingo en la capital del país, donde anunciará los detalles de las medidas de represalia. Es un claro mensaje de fuerza y de respaldo público ante lo que muchos mexicanos consideran una agresión unilateral del jefe de la Casa Blanca”.
Trump persigue un objetivo nacionalista difícilmente compatible con un acuerdo de libre comercio: quiere obligar a las empresas a relocalizar sus plantas, llevándolas desde Canadá y México a Estados Unidos.
“¿Implosión en la mayor zona de libre comercio del mundo? Los analistas temen ahora una guerra comercial en Norteamérica y advierten de las consecuencias. Los aranceles impuestos por el presidente estadunidense ponen en riesgo las relaciones entre los países de América del Norte”, alertó el Consejo Nacional de la Industria Manufacturera de Exportación (Index) en un comunicado, recordando que el bienestar de miles de empresas, millones de trabajadores y miles de millones de dólares en inversiones dependen del buen entendimiento entre los tres países que conforman la mayor zona de libre comercio del mundo”. ¿Cómo la ven? Dicho esto sin la menor intención de un albur comercial.
Todo es muy raro, caracho, como diría el viejo proverbio francés: “Entre un deseo y un pesar casi siempre hay lugar para una tontería”.
Gil s’en va