Con la novedad de que los que votaron en la elección judicial, o como se llame, han modelado una Suprema Corte de Justicia muy parecida a la que soñaba Liópez en Palacio Nacional. Y que nadie venga con suspicacias conservadoras o mezquindades neoliberales, por favor. Un vistazo rápido: Hugo Aguilar Ortiz será el nuevo presidente de la Corte, el abogado oaxaqueño de origen mixteco se encargó de las consultas para las obras prioritarias de Liópez, caray, qué votantes tan exactos, seguro traían un calculador nonio vernier; Lenia Batres fue asesora del ex presidente y de la Presidenta; Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz fueron propuestas para ministras por Liópez; María Estela fue consejera jurídica en el DF durante durante el gobierno de Liópez Obador y consejera jurídica del presidente durante tres años; Giovanni Azael Figueroa trabajó en el Consejo de la Judicatura Federal unos cuantos meses; Irving Espinoza fue apoderado legal de Iztapalapa entre 2009 y 2012 en la gestión de Clara Brugada y subordinado de Ernestina Godoy; Arístides Rodrigo Guerrero, que tiene toda la simpatía de Gamés, tuvo algunos cargos en el tribunal de la Ciudad de México y pasará a la historia como el Ministro Chicharrón; Sara Irene Herrerías Guerra trabajó para Miguel Ángel Osorio Chong.
¿Cómo ven a este intrépido grupo de abogados y abogadas? Y no vayan a venirle a Gil con el cuento de que todos son liopezobradoristas de hueso guinda. Nada, el pueblo votó así. ¿Lo dudan?
Acordeones mágicos
Las malas lenguas, que nunca faltan, afirman que los nombres de quienes constituirán la nueva Suprema Corte corresponden exactamente a los que aparecían en los acordeones que Morena repartió por millones. No hagan caso de los maledicentes. Se sabe que Liópez tocó esas boletas con sus mágicas manos y logró que el azar se uniera al milagro. No se sabe qué ocurrirá con el resto de los jueces y magistrados, qué azares y milagros les darán un lugar: empresarios, crimen organizado, gobernadores, presidentes municipales, en fon. Así se transformará el Poder Judicial y el país. Y todo esto con el 12 por ciento de votantes que acudió a las urnas de los 99.7 millones del padrón nominal: un exitoso fracaso.
Lo hicieron
Gil no puede sino aceptar que lo vio ante sus propios ojos mientras la oposición dormía, o meditaba, o deliberaba. Ahora mal sin bien y la verdad sea dicha (muletilla patrocinada por la presidenta Sheinbaum, Liópez y Morena), Gilga no había visto una operación política más armada, una manipulación más sucia y un fraude más truculento. Así se han apoderado de los tres poderes y han concentrado en una persona y un partido toda la fuerza del Estado.
Y va para largo. Los cinco ministros o ministras con más votos ocuparán su cargo 11 años, los otros cuatro, ocho, además de que la Presidencia se rotará cada dos años. O sea, se jodió la bicicleta durante un buen rato.
Los maestros
Todo esto pasa mientras los maestros se han montado en su macho. Una comisión asistió a Gobernación y de paso cerraron las puertas con cadenas y candados. Después de cuatro horas de darle vuelta a la noria, la comisión negociadora de la CNTE, mju, abandonó las oficinas y acusó al gobierno de cerrazón y oídos sordos: “Continúa el plantón, continúa el paro y serán nuestras instancias las que definirán los pasos siguientes, dada la cerrazón que hoy mostraron estos funcionarios”.
Pues que le hablen a Liópez y les explique cómo van la cosas, él debe saber porque fueron sus aliados y les concedió de todo. En resumen: ¿cómo ven ustedes a la tremenda Corte de Tres Patines? Díganlo, aquí hay libertad, dice la Presidenta. Pues la verdad, para Gilga, el verdadero presidente de la Corte debió ser el Ministro Chicharrón. ¿Por qué no? Si ya es ministro. Sah, pero como cada dos años rotará ese cargo, un día veremos al Ministro Chicharrón al frente de la Corte. Y no se diga más, ni menos.
Todo es muy raro, caracho, Gil lo oyó en la cantina: “Está el lodo como para el marrano”.
Gil s’en va