En México a los gobiernos no se les ve interés en el uso de la Inteligencia Artificial que bien aprovechada puede proporcionar y procesar grandes volúmenes de información, así como comprender estrategias para, por ejemplo, decidir presupuestos.
El avance es lento, sea porque los gobernantes no entienden a qué les puede ayudar la IA o porque lo menos importante es mejorar en beneficio, claro está, de los ciudadanos.
A paso lento: John McCarthy, profesor de Dartmouth, acuñó el término IA en el verano de 1956 cuando invitó a reflexionar sobre la posibilidad de que las máquinas utilizaran lenguaje.
Desde entonces el desarrollo de la Inteligencia Artificial ha sido de vértigo en muchos ámbitos, menos en el que se refiere al gobierno. En México sigue más como desafío que como realidad.
En su Reporte de Algoritmos Públicos 2024, César Rentería y Jorge Ordelín, ambos del CIDE, concluyen que la mayoría de las herramientas de IA que usan los gobiernos mexicanos se limitan a la atención ciudadana. Y no son muchos: federación, estados y municipios usan 119 herramientas de Inteligencia Artificial.
La Ciudad de México es la que más herramientas utiliza con 11; le siguen Estado de México y Querétaro con ocho y seis.
Puebla, por su parte, aparece en el vergonzoso grupo de 11 estados que apenas tienen una herramienta de este tipo. Se trata del Chatbot Theo de la Secretaría de Seguridad Pública que se encontraba activo hasta el 9 de septiembre de 2024.
Ni hablar de que las istraciones más recientes de Puebla hayan pensado siquiera aprovechar la Inteligencia Artificial para optimizar procesos o enfrentar desafíos en salud, educación y medioambiente.
No. A Puebla, entiéndase a sus gobernantes, no se les ven ganas de alcanzar mínimo a estados como Guanajuato que sin ser ejemplar tiene seis herramientas de IA activas. O mínimo los cuatro de Jalisco, para fortalecer la gobernanza.
Al Margen
Abróchese el cinturón: en su informe Perspectivas de la Economía Mundial publicado este martes el Fondo Monetario Internacional espera una contracción de 0.3% en el PIB para este 2025. Vienen tiempos duros.